Lucius seguía de pie en la plataforma principal y sintió una pulsación en la magia que se movía a través de la sala a medida que Potter se acercaba para unirse a él. Un estremecimiento de anticipación le recorrió, y se preguntó si alguien más habría notado aquella sensación. Todos los presentes tenían la mirada fija en la fina figura del joven de ojos verdes. En vez de una túnica llevaba una sobrevesta roja, color que proclamaba su pertenencia a la casa Gryffindor y sus valores, y pese a la seriedad de la situación Lucius no pudo evitar que sus ojos se deslizaran por sus formas. No era su figura varonil lo que atraía a Lucius, sino el poder que sentía contenido en ella. ¿Cómo alguien como Severus Snape había llegado a estar en posesión de una criatura tan magnífica...? Lucius volvió a notar una punzada de envidia.
Potter miró unos segundos al suelo con la cabeza inclinada a un lado, como si escuchase algo que nadie más oía. Luego levantó la cabeza y deslizó su mirada por la sala, deteniéndose en Diana Brand.
–Lady Brand, ¿deseas este puesto? –preguntó con voz suave, sorprendiendo a todos. Habían creído que simplemente confirmaría o denegaría los escaños a la gente. Diana miró hacia su marido, que sonreía divertido ante aquel giro de los acontecimientos. La devoción casi fanática de las gentes de las Tierras de Invierno hacia Harry Potter era de dominio público desde hacía meses.
–Sé de buena tinta que las Tierras de Invierno estarían dispuestas a renegociar numerosos acuerdos económicos si permanezco en este puesto –le informó la mujer. Potter asintió, como si hubiese previsto su respuesta.
–Entonces el escaño es tuyo –dijo simplemente.
Marlot se alzó indignado de un salto, dispuesto a protestar, pero antes de que pudiese articular palabra Potter se volvió y le miró. Desde su posición Lucius vio que Potter no mostraba furia en su rostro, sino más bien una tranquila curiosidad. Marlot miró atónito al joven, al parecer incapaz de articular palabra, pese a que no se había pronunciado hechizo alguno. Unos segundos después volvía a sentarse sin decir nada. Lucius sintió un estremecimiento de miedo: aquello era inesperado.
Potter se volvió entonces hacia Merik Volpine, que a sus ochenta años era el hombre lobo conocido de mayor edad. Tenía el cabello plateado y no había escondido nunca su condición, pero pese a su enfermedad parecía bastante robusto.
–Me alegra volver a verle, señor –comentó Potter. Lucius frunció el ceño. Por lo que sabía, Potter no podía haber tenido ocasión de verle con anterioridad, ya que el hombre era prácticamente un recluso. Una idea repentina le vino a la mente, que hizo que reevaluara al anciano: el duelo de la víspera, al que había asistido como espectador, había sido rápido, pese a que su oponente era un auror bastante cruel que se había pasado su época en activo cazando diversos tipos de criaturas oscuras. Volpine lo había dejado fuera de combate con una única maldición. ¿Era posible que Volpine hubiese sido uno de los numerosos magos que había recibido la Llamada...? Si eso era cierto, Lucius se alegraba de no haberle desafiado.
–Lo mismo digo –respondió Volpine con una sonrisa lobuna.
– ¿Pretende que Remus Lupin reciba su puesto? –preguntó Potter.
–Exactamente –Volpine asintió.
Potter se volvió entonces hacia Remus Lupin, que parecía bastante nervioso: Lucius dudaba mucho que fuese el único en notar cómo su mano se abría y se cerraba, como si tuviese dificultades para evitar alargar el brazo y tomar la mano de Sirius Black, que estaba a su lado.
–No hace mucho, Remus, estuviste en esta sala defendiendo tu derecho a vivir –declaró Potter. Ante sus palabras, muchos de los presentes se removieron en sus asientos. Lucius pensó que aquel recordatorio no iba a jugar en su favor, precisamente– En realidad, luchabas por el derecho a la vida de todos los hombres lobo. Estoy seguro de que estarás de acuerdo conmigo en que la ley debe ser cambiada –sus palabras hicieron que se iniciara un murmullo de disentimiento que recorrió toda la sala, pero Lucius se dio cuenta de la expresión aprobadora de Dumbledore.
ESTÁS LEYENDO
La Piedra del Matrimonio
FanfictionPara evitar las maquinaciones del Ministerio, Harry debe casarse con el reacio Severus Snape. Pero el matrimonio con Snape es solo el comienzo de los problemas de Harry. Voldemort ha regresado, y en poco tiempo el matrimonio de Harry puede determina...