Harry estaba profundamente dormido antes de que Hermione acabara de cubrirle con la capa. Él seguía temblando violentamente, así que la joven realizó un hechizo calorífico en el abrigo, esperando que mitigara un poco la reacción física debida a la conmoción. Con toda la gente que iba a necesitar delicados cuidados médicos, era dudoso que se le atendiese, así que lo mejor era que durmiera. Harry era una persona resistente; se recuperaría.
Hermione cruzó la habitación para sentarse junto a Ron. Uno de los elfos domésticos había traído bocadillos y más té para todos. Ron le ofreció una taza tal y como le gustaba: con leche y sin azúcar. Charlie y Draco estaban sentados juntos, abrazados, y Ginny estaba sentada a sus pies, en el suelo, apoyándose contra la pierna de su hermano. Ella también necesitaba consuelo, tras lo ocurrido.
Hermione miró a Draco, pensativa. No sabía qué pensar de él: su inesperada valentía les había sorprendido a todos y se había ganado la aprobación permanente de toda la familia Weasley. Todos, incluso Ron, le habían dado alguna palmadita en el hombro durante el transcurso de la última hora. Draco, por su parte, tampoco parecía saber muy bien cómo reaccionar. Estaba tan alucinado como los otros ante su propio comportamiento, y tampoco parecía saber muy bien qué hacer ante aquellas muestras de aprecio. Hermione sospechaba que nunca había recibido tales expresiones de afecto de sus propios padres.
Ahora estaba ahí, aferrándose a Charlie y éste le pasaba un brazo por los hombros. No parecía dispuesto a moverse por el momento. Su rostro estaba muy pálido, y parecía pensativo, pero su mirada era intensa y concentrada. Hermione no pudo evitar preguntarse qué clase de pensamientos le estarían pasando por la cabeza. ¿Cómo estaría planteándose lo que acababa de ocurrir? Ella misma no estaba muy segura de cómo afrontarlo todo, y eso que estaba acostumbrada a enfrentarse a lo inesperado debido a que llevaba tanto tiempo siendo amiga de Harry.
– ¿Creéis que lo entenderá? –preguntó Draco repentinamente, hablando bajo para no molestar a Harry. Hermione sospechaba que la poción del profesor Snape le iba a tener muerto para el mundo por algún tiempo y tal molestia era innecesaria, pero no comentó al respecto.
–No estoy seguro de entenderlo yo... –admitió Charlie. Draco frunció el ceño ligeramente y se volvió hacia Ron y Hermione.
–Supongo que todo esto debe ser normal para vosotros, ¿no es así? –preguntó.
Hermione y Ron se miraron. En cierto sentido, Draco estaba en lo cierto; sin embargo, aquello sobrepasaba las expectativas de ambos. Por una vez, Hermione dejó la respuesta en manos de Ron. Sospechaba que su visión de las cosas estaba muy influenciada por su origen muggle, y no le resultaba cómodo mostrar eso ante el Slytherin. Todos ellos habían estado hablando de un cuento de niños que conocían bien, y del que ella jamás había oído hablar. Dudaba mucho que Harry la conociera tampoco.
–Yo no diría que es normal, exactamente –respondió Ron– Descubrir que tu mejor amigo es... bueno, ya sabes... Es raro, lo mires como lo mires.
Su mejor amigo era... Hermione frunció el ceño. "Rey". Esa palabra se había repetido numerosas veces, incluso los aurores lo habían insinuado. Y durante el camino desde el campo de Quidditch hasta el castillo, los extraños que intentaban tocar o besar a Harry habían dado a entender la misma devoción. Aparte, los hechizos que había utilizado... la mente analítica y práctica de una nacida muggle como ella había desdeñado el concepto de que aquellos hechizos fueran para alguien especial. Cuando Ron, Harry y ella los habían practicado, había llegado a la conclusión de que Harry era el único que lograba que funcionaran porque era más poderoso que ellos dos. Nunca se le había ocurrido que pudiera significar más que eso.
– ¿Qué es esa historia de la que todos estáis hablando? –preguntó.
Todos estuvieron encantados de contársela, incluso Draco, aunque cada uno de ellos explicaba una versión ligeramente distinta. Ron insistía en que el rey iba vestido de rojo y oro, y Draco que llevaba una túnica de plata y color verde. Ginny señaló que la historia era siglos anterior a la fundación de Hogwarts, así que era imposible que tuviese nada que ver con Gryffindor o Slytherin ya que los dos magos en cuestión ni siquiera habían nacido por aquel entonces. En lo que todos coincidían, no obstante, es que el uso del hechizo de la Expulsión del Rey revelaba la identidad del mago de la historia: era el auténtico Rey del mundo mágico. Para aquellos que habían nacido magos, la historia representaba un arquetipo y una creencia irrefutable.
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La Piedra del Matrimonio
Fiksi PenggemarPara evitar las maquinaciones del Ministerio, Harry debe casarse con el reacio Severus Snape. Pero el matrimonio con Snape es solo el comienzo de los problemas de Harry. Voldemort ha regresado, y en poco tiempo el matrimonio de Harry puede determina...