La Piedra del Matrimonio

Capítulo 111: Magia salvaje

Albus fulminó con la mirada a la Ministra. Stark no sabía qué hacer con este intercambio de miradas. Sintió que esto no era algo que le preocupara, así que con una pequeña tos, ofreció un "Bueno, mejor volveré a mis deberes". Con una leve reverencia a cada uno, agregó "Ministra, Director", y siguió al asistente fuera de la oficina.

–Amelia, ningún hechizo mío dañó a nadie. Si asumimos que el Rey Louis y el Rakshasha Shah y su hijo se encontraron con sus fines debido a la magia, es totalmente su propia responsabilidad. Mi hechizo de intención simplemente refleja lo que ellos pretendieron en el uso de un intermediario. Henri Clovis intentó matar a Severus Snape dándole un regalo de vino envenenado. En realidad, cuando Severus dijo que compartiría el vino con todos los adultos en la clase de la Sra. Longbottom, habría habido al menos dos docenas de muertes directamente atribuibles a ese veneno, incluida la mía. Si atribuimos la muerte prematura de Louis a otra que no sea una desafortunada coincidencia, se deduciría que Henri estaba actuando según las instrucciones de Louis.

La vieja bruja seguía deslumbrante, pero Albus pensó que algo del fuego había desaparecido de sus ojos. Ella era lo suficientemente inteligente como para comprender que estos ataques contra Severus tenían implicaciones más allá de que alguien intentara matar únicamente al hombre.

Albus continuó.

–Todo lo que sabemos ahora es que Shah y su hijo han muerto, lo que podría no tener nada que ver con nada de lo que acaba de suceder aquí en el Ministerio. Sin embargo, una vez más, si sospechamos que su fallecimiento en este momento en particular no es solo una coincidencia desafortunada, este "Sr. Smith" de alguna manera violó la seguridad del Ministerio de Magia británico, mató a uno de sus jefes de departamento y lanzo la maldición asesina a través de una sala de recepción abarrotada donde podría haber matado fácilmente a cualquier cantidad de personas, incluida usted, señora Ministra, ¡La lanzo en su dirección! ¿Cómo puedes sentir simpatía por ellos?

Amelia respiró temblorosa.

– ¡Pero, Albus, las implicaciones políticas de cualquier mago británico que tenga alguna conexión con la muerte de Monarcas activos!

–Tonterías –insistió Albus, ahora molesto– Nuevamente, suponiendo que mi hechizo de intención tuviera algo que ver con cualquiera de los casos, ningún hechizo de mago británico dañó a esas personas. ¡El daño vino solo de sus propias instrucciones a sus intermediarios, para matar a un mago británico, en suelo británico! Fueron asesinados cuando el hechizo les devolvió lo que pretendían que sucediera a un mago británico. Son total y exclusivamente responsables de lo que les sucedió.

Albus estaba empezando a perder la paciencia de que Amelia no estaba adoptando de inmediato la sensación de indignación que hubiera esperado del Ministro de Magia británico por estos eventos. Estaba orientada a la acción, por lo que podría ser útil darle algunos datos más para considerar.

–A fin de cuentas, definitivamente preferiría que nadie intente matar a Severus. Mucho más allá de mi hechizo, has visto lo que Harry piensa de los intentos de acabar con la vida de Severus. Toda esta magia sin varita no es buena para el niño. Si crees que cualquiera de los que buscan la muerte de Severus para sus propios fines sería disuadido al saber que enviar agentes para asesinar a Severus conduciría a su propia muerte, por todos los medios, corramos la voz. El mensaje debe, por supuesto, estar redactado cuidadosamente.

Después de todo, no tenemos ninguna prueba definitiva de que el hechizo de intención estuviera involucrado de alguna manera con lo que sucedió con Louis o los Shahs y no quisiera dañar las relaciones internacionales al sugerir que ninguno de los dos estuvo involucrado en tal complot contra alguien.

Albus se dio cuenta de que Amelia ahora estaba volviendo a ver esto, si no desde su perspectiva exacta, al menos desde una perspectiva política. El resplandor desapareció y una mirada pensativa y calculadora la reemplazó.