Capítulo 81: El amanecer de un nuevo día

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Al paso en que la primera luz del amanecer atravesaba el Castillo de Hogwarts la mañana del miércoles, el lugar era un frenesí de actividad, lejos de la habitual limpieza y preparaciones de comida que solían ocurrir normalmente.

Albus Dumbledore había pedido a los elfos del castillo que crearan un conjunto de oficinas fuera del vestíbulo a su propia oficina en la torre, serían necesarias para Harry en encuentros oficiales con cualquiera mientras se encontrara en Hogwarts. No quería que el chico se dirigiera al ministerio a no ser que fuera necesario, y éste arreglo era obviamente más conveniente para él. Mientras el construir una oficina tomaría normalmente no más de una hora, los elfos domésticos estaban fuera de sí del honor de crear algo para el uso de Harry Potter, por lo cual pasaron la noche entera en el absurdo de crear el espacio perfecto para un Rey.

El tráfico de lechuzas había incrementado 10 veces, por lo cual era necesario el expandir la lechuzería. Mientras esto estaba en marcha, cientos de lechuzas buscaban impacientemente por perchas a lo largo del castillo. Los elfos responsables de la limpieza del colegio se encontraban igual de ansiosos a que las refacciones terminaran, debido al desastre dejado en los sitios ocupados por las lechuzas.

La oficina de Personas Importantes del Ministerio, que se había encargado de la correspondencia de Harry desde hacía meses ya, preguntó a Albus si podría establecer un anexo en Hogwarts para procesar las cartas seleccionadas con asuntos pertinentes a la actual crisis, y de esa forma darle una atención inmediata. Si bien Albus consideraba que el Ministerio bajo el liderazgo de la Ministra Bones era un sitio completamente distinto al que había dirigido Fudge, todavía estaba un poco preocupado por las apariencias, a pesar de no desconfiar de una amenaza hacia la escuela o sus estudiantes. Designó algunas aulas en desuso de la entrada, en orden de equiparlas para servir como un anexo del Ministerio.

Las cocinas en Hogwarts estaban siempre ocupadas. Los elfos que trabajaban allí ya se habían ocupado de contactar a los demás que residían en las grandes mansiones de magos, fincas y castillos a lo largo de toda Britania en busca de ayuda. Por lo tanto, era obvio que incluso con la población mucho más grande de residentes en Hogwarts, el espacio existencial no era un problema. Los elfos mágicos de cocinas a lo largo del país preparaban alimentos que serían transportados mágicamente al área de las cocinas de Hogwarts donde la cena se alistaba, y en caso de que elfos adicionales fueran necesitados en cualquier momento, aparecerían de forma inmediata. ¡Era una pena que tan pocas personas prestaran atención a los elfos domésticos, siendo que éstos tenían una de las redes sociales más eficientes que se pudieran imaginar!

Abajo en las mazmorras, un solitario elfo domestico se mantenía firme en una guardia vigilante a los aposentos privados de Severus Snape y Harry Potter. Dobby apareció para echarles un ojo una vez se durmieron. Había desactivado el hechizo despertador de Severus, y bloqueado la red flú. Estos magos necesitan dormir, y nadie entraría para despertarlos hasta que Dobby sintiera que podían ser molestados.

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El mismo día estaba amaneciendo sobre la mansión en la finca de la familia Riddle, en un recóndito lugar de la Inglaterra muggle; pero todo estaba tranquilo allí. Lord Voldemort había decidido seguir utilizando el hogar de su padre muggle ya que se encontraba aislado de la comunidad muggle que lo rodeaba, como así también de las comunidades mágicas. Disfrutaba mucho de la soledad

Aparte de su fiel compañera Nagini, tenía un par de elfos domésticos que atendían sus necesidades, y había convocado a media docena de sus Mortífagos para que presenciaran el lanzamiento de su encantamiento. Había elegido su sala de audiencias para el evento; siempre había favorecido ese gran espacio al realizar actividades que, según su opinión, fueran más representativas de su autodenominado papel como Lord. ¡Había sido un momento glorioso cuando realizó su hechizo! Todos en la habitación cayeron dormidos al instante, mientras absorbía sus poderes. Tenía planeado despertar a sus Mortífagos a su debido tiempo. Le tomó una hora a él mismo recobrarse del lanzamiento, y simplemente los dejó en el piso de la sala de audiencias para retirarse a otro lugar de su mansión.

La Piedra del MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora