La Piedra del Matrimonio

Capítulo 107: Explicaciones

¡Los exámenes de fin de año habían terminado! Con su examen de Encantamientos completado, Harry se unió a Neville y Ron para salir a caminar antes del almuerzo, para tomar el sol y relajarse. Los chicos estaban solos, porque Hermione era la única en el grupo que había tomado Runas Antiguas, lo que significaba que tenía un examen final que tomar esa tarde. Obviamente, ella fue a la biblioteca para una revisión de último minuto antes del almuerzo.

– ¡Vamos, chicos! ¡Este es un día perfecto para volar! –Ron animo a sus amigos mientras conducía al trío fuera del castillo y bajaba los escalones de piedra. Neville no parecía demasiado entusiasmado; Si bien su vuelo había mejorado un poco después de su memorable primera lección de vuelo, todavía no estaba realmente cómodo en una escoba, y ciertamente lo pensaría dos veces antes de volar demasiado alto o demasiado rápido, ambas características básicas del vuelo de Ron. Harry parecía horrorizado, ya que no había bajado al campo de Quidditch desde aquel horrible día en que llegó el Demonio Antiguo para destruirlo.

Ron finalmente se dio cuenta de que ninguno de sus compañeros compartía su entusiasmo, por lo que explicó.

– ¡No, no en el campo! El campo está limpio, va a estar bien para los juegos del año que viene, estoy seguro, pero ahora nadie vuela allí, porque todavía no se ha reparado del todo. Pero podemos volar en el césped junto al lago, o incluso ir sobre el lago. Escuché que el calamar gigante ha estado vigilando a los voladores y atrapó a uno de primer año que se cayó de su escoba la semana pasada, lo llevó a la orilla. Es una manera brillante de pasar una hora, ¡Vamos!

Harry se había animado un poco ante la idea de volar sobre el césped y el lago; siempre había pensado que volar un poco realmente lo calmaba. Neville seguía sin estar convencido, y ahora agregaba vuelo sobre el agua a sus preocupaciones sobre volar en general. Las preocupaciones de Neville se evaporaron cuando uno de los guerreros se le acercó.

–Neville, muchacho, ¿Podrías tener una hora más o menos? Tengo un pequeño problema en mi granja. Hay una infestación de algún tipo que mata las plantas de cebada. ¿Podrías venir con nosotros y echar un vistazo?

No fue necesario preguntarle a Neville dos veces: inmediatamente se despidió de Ron y Harry y se dirigió hacia el campamento de guerreros, varios de los cuales esperaban con tapas de cerveza de mantequilla en la mano para viajar a las granjas a través de trasladores.

Ron y Harry le devolvieron el saludo y comenzaron a trotar lentamente hacia el cobertizo de las escobas para recoger algunas escobas de la escuela para su vuelo improvisado.

Harry comenzó justo al salir a volar en la escoba, y subió en espiral hasta el nivel de la copa de un árbol antes de lanzarse hacia la orilla del lago. Zigzagueó, seguido de cerca por Ron. Vieron al calamar gigante a unas pocas docenas de metros de la costa, casi al mismo tiempo que los vio, y el gran pez los vigilaba con cautela mientras volaban sobre el agua. Los niños volaron varias vueltas alrededor de la orilla del lago, a veces extendiéndose sobre el agua, y otras veces sobre la tierra. Cuando Harry aterrizó de nuevo en la tierra, estaba arrastrado por el viento, con las mejillas sonrosadas, ligeramente sin aliento y absolutamente contento de haber seguido a Ron con la invitación para ir a volar. Casi había olvidado lo emocionante que podía ser un vuelo por la pura alegría de volar.

– ¡Ron, eso fue fantástico! –Harry jadeó mientras recuperaba el aliento– No lo he hecho en mucho tiempo, y me sentí muy bien.

Ron estaba tratando de pasar sus dedos por su cabello rojo para alisarlo, y tuvo un éxito mínimo. Él le devolvió la sonrisa a Harry.

–Sí compañero. Ha pasado mucho tiempo desde que hicimos esto. Yo también lo extrañé.

Todavía faltaba aproximadamente un cuarto de hora para el almuerzo, por lo que los dos se tomaron su tiempo para caminar por el camino de regreso al castillo y ponerse al día.