La Piedra del Matrimonio

Capítulo 118: Tiempos felices

No había sido necesario que Petunia pidiera la ayuda de Harry para regresar a Privet Drive. Para gran alivio de su familia, el director había anunciado en la cena del viernes por la noche que las cosas parecían volver a la normalidad en el mundo muggle ahora. Si las personas querían regresar a sus hogares, parecía que podían hacerlo de manera segura, con la seguridad de su capacidad para comprar alimentos en las tiendas locales, gasolina en las estaciones y tener los servicios habituales a su disposición. Habló con la pequeña profesora que había acogido a las personas que habían vivido en dormitorios, y los Dursley fueron de los primeros en emitir un traslador para regresar a casa.

El sábado por la mañana, Petunia encontró su maleta en su habitación cuando se despertó. Vernon y Dudley no tenían maletas, por supuesto. Se le ocurrió que ninguno de los dos había comentado siquiera que la ropa que se quitaban por la noche estaba junto a sus camas a la mañana siguiente, lavada, planchada y reparada, si era necesario. ¿Habían sospechado de la magia? ¿Se habían dado cuenta siquiera?

Mientras recogía la ropa y los artículos de tocador que había traído con ella, y las pocas baratijas que había comprado en su visita a Hogsmead, encontró el dinero de mago que le sobraba del alijo de grandes monedas de oro que Harry le había dado. Los sostuvo en su mano, reflexionando sobre su sensación de pesadez y extraños símbolos. ¿Debería dejarlos aquí en la tienda? ¿Dárselos a un profesor o alguien a cargo para que se los devuelva a Harry? ¿O quizás llevarlos con ella, por si acaso? Sabía que habría un infierno que pagar si Vernon se topaba con ellos en Privet Drive, pero algo la llevó a guardarlos en su estuche de artículos de tocador.

La profesora Sprout llegó momentos después de que ella dejara su maleta llena en el pasillo y se uniera a Vernon y Dudley, mirando por un enorme ventanal al lago que brillaba en la distancia.

–Ah, bien, están todos aquí. Tengo su traslador, esto los llevará de regreso al número 4, Privet Drive en Little Whinging. Supongo que esto es nuevo para ustedes –preguntó la brujita, mirando de uno a otro.

El silencio que recibió su pregunta fue suficiente respuesta.

–Está bien, entonces. Este es su traslador –continuó, ofreciendo una pequeña tapa de botella de algún tipo– Una vez que tengan todos sus artículos en mano, todos lo tocan al mismo tiempo, dicen 'No. 4, Privet Drive ', y listo. Estarán allí en unos segundos. Esperen un breve momento de sentirse mareados: pasa rápidamente y luego están en casa.

Vernon parecía desconfiar mucho de todo esto, pero la oportunidad de salir de esta escuela de fenómenos era un incentivo suficiente para que él lo aceptara. Galantemente tomó la maleta para Petunia, y la pequeña profesora le entregó la tapa de la botella. Petunia y Dudley tocaron la tapa cada uno, y juntos dijeron.

–No. 4, Privet Drive.

Con eso, los Dursley se fueron del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

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Hermione fue una de las primeras en desayunar ese sábado por la mañana, teniendo la mesa de Gryffindor casi completamente para ella mientras disfrutaba de su avena. Su investigación sobre la transferencia mágica había ido muy bien. Había agotado el material disponible en la biblioteca de Hogwarts a principios de la semana, y había revisado el material especializado que Madame Pomfrey tenía a mano en su propia pequeña biblioteca en la enfermería a mediados de la semana. Para su gran placer, Madame Pomfrey pudo obtener una invitación para que ella usara la Biblioteca de Investigación Médica del Ministerio de Magia, que contaba con una de las colecciones más grandes de archivos y registros médicos históricos del mundo.

Los Medimagos en Inglaterra tradicionalmente legaban sus registros a la Biblioteca sobre sus muertes, por lo que había un registro histórico muy extenso de todo tipo de observaciones, diagnósticos y tratamientos. Los registros pertenecientes a brujas o magos vivos se escribieron para oscurecer sus nombres, pero una vez que la persona sobre la que se creó el registro murió, también se incluyó su nombre. Eso fue muy importante para la investigación de Hermione, ya que buscaba conectar eventos que no fueron reconocidos como relacionados cuando ocurrieron. La información médica era parte de ella, pero por lo general había un artículo de noticias o, a veces, un asunto criminal asociado con el evento que era igualmente crítico para su trabajo. Afortunadamente, la Biblioteca General del Ministerio de Magia se encontraba a solo un piso de la Biblioteca de Investigación Médica, y Hermione se estaba volviendo bien conocida por el personal de ambos.