La Piedra del Matrimonio

Capítulo 101: Primeras señales del futuro

Harry rara vez soñaba, como lo hacen otras personas. Con frecuencia tenía pesadillas terribles, reviviendo los eventos cuando otros perdían la vida, experimentando una y otra vez el horror, el miedo y la frustración de cada batalla y ataque. Con la poción para dormir sin sueños de Severus, dormía toda la noche sin ningún sueño. Últimamente, sin embargo, Harry había comenzado a quedarse dormido con Severus sin pócima para dormir sin sueños y generalmente podía dormir toda la noche sin pesadillas. Sospechaba que la magia de Severus mantenía a raya las pesadillas; siempre se sentía más seguro y más tranquilo cuando dormía en los brazos de Severus o con la cabeza presionada contra el pecho del hombre, escuchando el latido de su corazón.

El domingo por la noche. Harry durmió profundamente y cómodamente la mayor parte de la noche, pero tuvo un sueño. Pensó que era un sueño, de todos modos. No fue agradable, pero al menos no invocó el terror total de algunos de sus sueños.

Los cuervos vinieron a él otra vez. Estaba viendo una batalla, de eso estaba seguro, pero le costaba descubrir quién estaba luchando contra quién. Sabía que los magos y la magia estaban involucrados por el armamento: las flechas volaron por el cielo, vio catapultas en el campo y las vio lanzar piedras grandes y rocas, y ocasionalmente, vio las corrientes de luz que salían disparadas de las varitas mientras se lanzaban hechizos. Era ruidoso, confuso y frustrante porque no podía distinguir ningún detalle. Ni siquiera estaba seguro de que todos los combatientes fueran brujas o magos, ¿eran muggles? ¿O incluso humano? Sintió que los cuervos intentaban volver a contarle secretos, pero no podía escucharlos ni entender lo que decían.

Siempre fue difícil decir después cuánto tiempo duró un sueño. El sueño finalmente terminó, y Harry regresó a un sueño tranquilo, aunque cuando despertó, se sorprendió de poder recordar el sueño vívidamente.

Severus ya estaba levantado y vestido para cuando Harry despertó, y rápidamente siguió su rutina matutina antes de unirse a Severus en la sala de estar. Severus estaba sentado con una taza de té junto a la chimenea, y levantó la vista del diario que estaba leyendo cuando Harry entró.

– ¿Dormiste bien? –preguntó, con un tono de voz que sugería que realmente quería saber.

–Tuve un sueño, o una visión, otra vez, Severus – confió Harry, inmediatamente lamentando haberlo dicho cuando vio la expresión de alarma en la cara de su compañero– Nada horrible, ni siquiera lo entiendo. Vi una batalla en un gran campo. No pude ver ningún detalle, no sé quién estuvo involucrado en la batalla o dónde se libró. Vi flechas volando, y piedras y rocas disparadas desde catapultas, y la luz de los hechizos que se lanzaban, así que sé que esto tiene algo que ver con la magia, pero...

Severus se levantó de inmediato, mostrando alivio en su rostro, y envolvió a Harry en un abrazo, acariciando suavemente al hombre más pequeño por la espalda.

–Me gustaría informarle al Director, Harry, si estás de acuerdo con eso. Tenemos que tomarnos en serio tus visiones, incluso si aún no las entendemos. Claramente tiene algún enlace o acceso a una fuente de información que puede ayudarnos. Albus tiene la visión más amplia del mundo y los eventos mundiales. ¿Estás de acuerdo? ¿Es así como empezó antes?

Harry lo consideró.

–Si esto nos proporciona información útil, sospecho que el Director será el primero en ver lo que significa, así que, por supuesto, díselo. Supongo que así es como empezaron las cosas antes. Al principio hay algunas imágenes vagas y las cosas se aclaran con el tiempo.

Severus asintió entendiendo.

–Informaré al Director en el desayuno. ¿Estás listo para ir? –Cuando Harry asintió, Severus lo ayudó a ponerse su capa mientras los dos se preparaban para ir al Gran Comedor a desayunar.