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Delilah giró rápidamente hacia donde provenía aquel ruido y regresó su vista a su diario con la misma velocidad al notar quienes eran los culpables de aquel ruido.

La rubia estaba sentada sobre una roca cerca del lago, mientras dibujaba las montañas que se podían apreciar a la distancia.

Quería estar sola el mayor tiempo posible, al menos, hasta que su padre decidiera quién sería el afortunado que desposaría a su primogénita.

Lo odiaba.

Odiaba realmente que su padre ni siquiera le hubiera avisado la búsqueda que había iniciado, si lo hubiera hecho Delilah aseguraría su soltería portándose de forma descortés.

Apuesto que por eso no se lo habían dicho.

El PittBull negro de su hermano menor se acercó a ella y se detuvo a oler su mano para después lamerla.

Delilah lo acarició suavemente detrás de las orejas.

¿Por qué no fui un perro?, Se preguntó mentalmente a sí misma, con tristeza.

-Hola señorita-saludó Richard educadamente, Delilah lo miró y sonrió levemente.

El moreno miró preocupado sus heridas.

-Hola-susurró sin mirar a Luke, el cual la miraba con el ceño fruncido, mirando los moretones en su bonita y pálida piel.

-Disculpe mi pregunta, pero, ¿Se encuentra bien?-Preguntó Richard.

Delilah asintió con una pequeña sonrisa ladeada.

Tenía el labio partido y le dolía sonreír.

-Muy bien, gracias, pero no me hables de usted-respondió haciendo una mueca.

-Claro, me refiero, ¿Qué te pasó en la cara?-preguntó cuidadoso.

Delilah asintió.

-Oh, eso-murmuró-Estoy bien, no es como si no me hubieran castigado antes-susurró, ambos la miraron con los ojos abiertos-Las tutoras a veces son muy desagradables-respondió.-En...la escuela a la que fui, en...Paris-explicó.

-¿Qué has hecho? Parece que fue algo muy malo-dijo Richard nuevamente.

Delilah suspiró.

-No quiero casarme-respondió levantando sus cejas levemente.

Luke finalmente habló.

-Pero a penas tienes 17 años Lila-susurró.

Delilah se levantó de hombros.

-Mi padre dice que es la mejor edad para conseguirme un esposo-susurró intentando no llorar-Rico y poderoso-dijo entrecortadamente-Qué sea como cuarenta años mayor que yo.

Ambos chicos se miraron sorprendidos.

-¿No puedes hacer nada?-preguntó Luke en un susurro, Delilah limpió sus mejillas rápidamente y lo miró.

Negó.

-Pertenezco a mi padre Luke, el puede hacer lo que quiera conmigo-respondió en un bajo volumen.

-Eso no es Justo-dijo el rubio con el ceño fruncido.

Delilah se encogió de hombros.

-Soy mujer, soy propiedad de mi padre hasta que me case y entonces seré propiedad de mi esposo.

-¿Y qué pasa si una mujer no se casa?-preguntó Richard curioso.

Delilah suspiró.

-No lo sé-respondió confundida

Lover 🌻 EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora