TERMINADA | EN EDICIÓN HASTA NUEVO AVISO
Esta historia comenzó en el invierno del año 1809, con dos niños que vivían vidas totalmente diferentes a pesar de residir en el mismo lugar.
Una era la hija de uno de los hombres más ricos de suiza y el otro...
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-Bien, ahora intenta contener la respiración, si no puedes hacerlo, puedes cubrir tu nariz-Luke asintió.
La escena era algo extraña, Luke de un poco más de 1.90 metros sosteniéndose de una pequeña Delilah de 1.65 metros de alto como si su vida dependiera de ello, de alguna forma eso era cierto pues parecía ser que el río si era un poco más hondo de lo que Delilah esperaba, pues Luke a penas podía rozar el fondo, tal vez por las lluvias de la semana pasada.
Ya le había enseñado como flotar, pero el ojiazul no se sentía con la confianza suficiente en sí mismo como para hacerlo tan correctamente como lo hizo cuando Delilah lo sostenía por los brazos.
-A las tres, ¿si?-Luke asintió nuevamente un poco nervioso.-Una-susurró la rubia mirando a Luke con una sonrisa alentadora-Dos-dijo peinando un poco los rizos del rubio detrás de sus orejas-Y tres-El ojiazul respiró profundamente antes de sumergirse bajo el agua con los ojos cerrados, unos cuantos segundos después salió a la superficie, comenzando a tallarse los ojos con una mano mientras con la otra aún se abrazaba a Delilah, la rubia lo miró sonriente.-¡Lo hiciste!-exclamó sonriente, Luke suspiró.
-Creo que tragué agua-dijo finalmente abriendo sus ojos, Delilah sonrió-Y algo de tierra-ambos rieron-¿Cómo lo hice?-preguntó penoso, Delilah sonrió enormemente, alejando los húmedos cabellos del ojiazul de su bonita cara.
-Lo has hecho excelente-susurró sonriente-¿Te ha costado mucho trabajo?-el mayor se encogió de hombros.
-Un poco, porque toda el agua entró en mi boca-Delilah sonrió.
-Vas a mejorar con la práctica-dijo.
-Eso espero aunque la verdad no creo aguantar tanto-dijo en un suspiro.
-¿La respiración?-Luke asintió-¿Por qué lo dices?
-Siempre perdía este juego con Richard y los demás, también el de pestañear, porque rayos, ambos son difíciles-Delilah rió levemente y Luke juró por centésima vez en el día que ese era el ruido más precioso que había escuchado en toda su vida.
-Tengo una pequeña duda-susurró la rubia al detener su risa,
-¿Qué pasa?-preguntó tocando levemente la superficie del agua con las puntas de sus dedos, ocasionando esos circulos que lo hacían sonreír.
A Delilah le pareció lo más bonito y tierno que había visto en su vida.
-¿Por qué si no sabes nadar te mandaban a cortar el hielo del lago? pudiste caer-preguntó entre preocupada y curiosa, Luke volteó a verla lentamente con los ojos entrecerrados.
-Esa es una buena pregunta-susurró asintiendo levemente-No tengo idea-dijo sincero, riendo levemente, Delilah lo siguió.-Al menos ya estoy aprendiendo-susurró.
