TERMINADA | EN EDICIÓN HASTA NUEVO AVISO
Esta historia comenzó en el invierno del año 1809, con dos niños que vivían vidas totalmente diferentes a pesar de residir en el mismo lugar.
Una era la hija de uno de los hombres más ricos de suiza y el otro...
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Delilah estaba horriblemente aburrida, la verdad era que no quería salir de su habitación y no lo había hecho en dos días más que para tomar una ducha, pero para eso hacia falta cruzar que conectaba su habitación con el enorme y elegante baño.
Su padre volvería dentro de tres días y eso significaba que su madre se volvería aún más insoportable respecto a la boda.
Se levantó de la silla y caminó hacia la capa que una sirvienta le había subido hace unos quince minutos, al parecer lo había dejado en el carruaje hace cuatro días y no la habían visto hasta el día de ayer por la mañana, la habían lavado y dejado secarse al sol junto al resto de prendas.
Ella la recibió de la mano de la sirvienta abriendo apenas la puerta y la aventó en un pequeño sillón individual, para evitar que alguien entrara a su habitación, no sabía porque estaba triste esos últimos días, pero no quería nadie la viera de esa forma.
Al tomar la capa color verde esmeralda oscura un pequeño rollo de papel cayó al piso, frunció el ceño y lo tomó confundida, tiró del listón rojo que lo mantenía cerrado y lo dejó caer al suelo despreocupadamente, junto con la capa, pues ahora le interesaba más que habría ahí dentro.
Separó los labios levemente al notar que era una carta, abrió la hoja totalmente, para poder leerla.
Querida Lilah:
Sé que fui un completo tonto contigo, no quería dañar tus sentimientos de ninguna forma, créeme, lo que menos quiero es hacerte daño, pero aún soy lo bastante inmaduro como para hablar mal de ti solo para hacer sentir bien a una amiga, incluso aunque piense que eres la mejor persona que he conocido, incluso cuando sé que tu no eres ninguna de esas cosas horribles que dije sobre ti y espero no te molestes por haberle pedido a una de las sirvientas que tomara tu capa para que yo pudiera colocar esta carta dentro y se inventara toda esa historia, perdón por pedirle a alguien que invadiera tu privacidad,pero, tenía que decirte lo arrepentido que estoy de todo lo que te he hecho desde que volviste, es curioso, deseé con tantas fuerzas que un día te aparecieras en la puerta del establo para poder decirte lo mucho que te quería y extrañaba, lo deseé por tantos años que cuando al fin ocurrió, estoy siendo un mal amigo, el peor, a decir verdad y te estoy alejando tanto tan pronto que presiento que no querrás volver a verme en tu vida, pero antes de que eso ocurra quiero disculparme contigo de la forma más sincera, te quiero demasiado, eres mi mejor amiga, no podría soportar que me odies, aunque sé que me merezco tu odio y desprecio, Lilah, realmente siento mucho haberte dicho esas cosas en el establo, es solo...quiero que sepas que te mereces mucho más que ser la esposa modelo de un hombre que no conoces, solo no sé expresar mis sentimientos en persona y digo cosas que te hacen daño, eso es lo que más siento Lilah, hacerte daño me hace sentir la peor basura del mundo, porque eres una persona tan dulce que debería estar protegida con el material más fuerte del mundo, espero puedas perdonarme Lilah, por todo, mucho más por lo que pasó con Katherine, Dios, realmente lo siento demasiado, pero, no hicimos lo que tu crees, te lo juro, no podría hacer eso Lilah, no mientras tu nombre permanezca en mi corazón y mente , aún sabiendo que serás mujer de otro hombre no puedo permitirme olvidarte ni lo que me haces sentir, porque sabes lo que siento Lilah, creo que no hace falta que lo diga, pero no tienes idea de lo mucho que significas para mí, mis mas sinceras disculpas por todo lo que te hecho Lilah, realmente lo siento.
