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Presente

La mayoría de los adolescentes, junto a la maestra tenían sus rostros llenos de lágrimas, mirando con atención a la guía, quien también tenía los ojos cristalizados.

-Díganos por favor que no terminó así y solo ha hecho una mala broma.-pidió un chico vestido de negro y ojos verdes, limpiando una lágrima rebelde que se escapaba de su ojo.

La guía negó, parpadeando rápidamente mientras miraba hacia en techo de la pequeña sala dividida.

-No, así fue como terminó su historia de amor.-respondió de forma entrecortada.

-Pero...¿que clase de historia de amor termina así?-preguntó una chica de cabellos morados entre llanto.

-¡Ha sido muy cruel de su parte contarnos algo tan feliz que terminó de forma tan terrible!-opinó otra chica de ojos verdosos, haciendo que el resto de sus compañeros asintiera.

-Cariño, una historia de amor épica nunca tendrá un final feliz.-respondió la guía.

-Pero no es justo, pasaron por mucho.-dijo un chico de gafas y cabello rubio.-¿Para que terminara así?

-Laurie* tiene razón señorita, ¿está segura de que no se confundió de final?-dijo el pelinegro que anteriormente había hablado.

La mayor negó, algo divertida por la reacción de los menores.

-Pasé por lo mismo por lo que ustedes pasaron las primeras tres veces que escuché la historia.-admitió, limpiando debajo de sus ojos con la manga de su blusa.

-¿Y en donde la escuchó señorita?-preguntó la maestra, que aún intentaba regular su respiración.

La joven la miró sonriente, casi agradecida de que hubiera hecho esa pregunta.

-Si...¿y que si alguien que miró las fotos se inventó una historia y no es verdad?-pensó en voz alta un chico de cabellos anaranjados.

La guía los miró con ternura, tanto les había afectado que preferían que la historia no fuera verdad a que de verdad hubiera terminado de esa forma.

-Bueno, la verdad es que no es una historia muy conocida por turistas o por patriotas.-admitió.-Ni siquiera yo, que he vivido aquí en Francia durante toda mi vida sabía de esta historia hasta hace unos cuatro años.

-¿La leyó en internet?-preguntó una chica con cabello increíblemente rizado.

La guía negó.

-La escuché de primera mano.-todos la miraron confundida.

-¿Primera mano?-preguntaron confundidos.

-Si, verán, es que tuve un novio hace unos cuantos años, lo conocí aquí en Paris pero él era de las afueras de Francia, durante unas vacaciones me invitó al hotel de su familia.

»Tiene un campo enorme, y el hotel es muy pero muy grande, es rústico, ya saben, como una granja, incluso hay caballos, vacas y todos esos animales de granja.

-Disculpe, pero ¿eso que tiene que ver con lo otro?-preguntó confundida una chica de cabello azul.

-Bueno, es que también había una casa grande, pero en esa no habitaba nadie, ni rentaban habitaciones, solamente entraba la gente y volvía a salir después de un largo rato, todos salían llorando.

Lover 🌻 EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora