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Si, me acabo de dar cuenta que algunas fechas no cuadran xq estoy pendeja y perdí mi diagrama.

But, no se preocupen, que bien saben que la voy a corregir (nombre de Luke incluido)

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Un día después de la partida de Luke junto con sus padres, la modista llegó a su casa para terminar de confeccionar el vestido.

Esta vez era diferente, Delilah se mantuvo tranquila mientras le colocaban el vestido y también durante todo el tiempo en que colocaban agujas y demás en el vestido, a algunos sirvientes incluso les parecía verla feliz, creyendo que se había dado por vencida o que le alegraba el hombre con el que estaba comprometida.

Y aunque la segunda opción era cierta, no podían estar más equivocados, pues no tenía planeado ni siquiera tocar al señor Campbell, no, no y no, ella iba a casarse con Luke Hemmings.

Y no podía estar más feliz por eso.

Viéndolo en el espejo de cuerpo completo que habían colocado en el cuarto que su padre usaba para reuniones importantes y estiradas, el vestido era hermoso.

Mucho más sabiendo que iba a usarlo para casarse con quien ella quería hacerlo y no con quien le habían impuesto contraer matrimonio.

Lo único que hacía falta cambiar era el ancho de su cintura, qué tal parecían haber medido mal por unos dos centímetros.

-¿Estará listo para hoy?-preguntó su madre mirando fijamente a la mujer que ayudaba a Delilah a desvestirse.

-Planeaba llevarlo a la tienda para terminar de perfeccionar el bordado de la falda....-la mujer fue bruscamente interrumpida por Melissa, mientras miraba fijamente el vino en su copa.

-Si no sabes, la boda será el miércoles, así que no, lo terminas hoy y lo dejas aquí.-dijo bruscamente, para después darle un trago a su copa.-Delilah, vístete que hoy iremos a la iglesia para terminar con la decoración.

-Si madre.-murmuró bajando del pequeño estrado de madera.

-¿Puedo ir?-preguntó Patrice, quien estaba sentada junto a Melissa leyendo un libro.

-Claro Patrice.-susurró la mayor levantándose de su lugar.-Nos iremos en cuanto el carruaje esté listo, así que apresúrense a vestir a Delilah.-le ordenó a las dos sirvientes que esperaban en la esquina de la habitación.

Ellas se movieron rápidamente hacia la rubia, colocándole su bello vestido de color azul marino con detalles dorados bajo la mirada seria de Melissa.

Patrice miró a su hermana curiosa, más específicamente a esa joya que colgaba de su cuello, no recordaba habérsela visto antes de esa semana, pero desde hace nueve días era lo único que adornaba su cuello.

Era extraño, pensó que cuando su hermana volviera de París serían como mejores amigas, pues durante esos siete años se enviaban cartas todo el tiempo, pero en cuanto pisó nuevamente las tierras Gilgan, su relación había sido igual que cuando eran niñas.

Hablando de vez en cuando de temas triviales, como si cada vez que se encontraran, fueran desconocidas que se presentan en una fiesta, y ni se diga de los mellizos,Delilah los conoció literalmente cuando tenían tres años, casi cuatro. Eso había sido tres años atrás.

Lover 🌻 EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora