「028」

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—¿Y tú de que quieres?

—Yo no. Estoy bien, gracias.

Cuando me negué al helado, todos giraron a mi sorprendidos. Raro, lo sé. Pero ahora lo único que quería era pensar en todo lo que mi abuela me había dicho.

Mi madre me amaba tanto. Nunca en mi vida, mi abuela, hermano, incluso cuando mi padre aún estaba me contaban como era mi mamá, lo único que la identificaba eran mis recuerdos, los pocos que había compatido con ella. Nunca fue suficiente para saciar esa intriga de saber como era mi madre. Y al fin, escuchar una parte de su vida, me hacía feliz. Más feliz que comer helsdo.

—Vamos, te llevaremos al hospital.

Tae me tomó del brazo e intentó levantarme de mi asiento, pero me opuse y mi fuerza volvió a sentarlo.

—¿Qué esperas? ¡Estás enferma! —insistió.

—Tae, estoy bien. Solo que hoy no tengo ganas de comer helado, ¿tan innormal es?

Me solté de su agarre y volví a acomodarme. Mientras que Tae cruzó los brazos y se dedicó a observarme, analizando cada parte de mí. Rayos equis parecían ser sus dos órbes marrones.

Había enojo en ellos, y me causaba gracia de la nada.

—Plan B —dijo de repente— No quiere el hospital... ¡Huyamos! 

Elevé los ojos, poniendolos en blanco. Nosotros tendríamos que huir y dejar a Taehyung.

—Tae. El plan B es en caso de emergencias, ella no es ninguna emergencia —rió mi hermano según el a su gracioso comentario.

—¡Mira Yoongi! ¡Allá va corriendo tu cerebro! Seguro no le gustó estar en ese hueco negro y prodrido que tienes en la cabeza.

—¡Mira, _____! ¡Allá está la persona que te gusta! Seguro no te hace caso por que eres fea y tonta?

Cuando levantó su dedo para señalar, temí lo peor. Alcé mi vista con temor a su dirección y como lo imaginé, estaba señalado a Jungkook. Él estaba de espaldas comprando los helados.

Supiré de alivio.
Sería mi final si Kook se da cuenta de estos, sentimientos.

—¿______?, ¿te gusta... —a modo que Jin razonaba y los chicos lo captaban, veía a Jungkook que no se acercara. ¡Ah! Yoongi, idiota como siempre.

—¿Qué?, uhm.

—¿Te gusta Jun...?

—¿Son tarados o qué? Claro que el feto no le gusta, es el chico que lo está atendiendo —excusó mi hermano por mí. Con una sonrisa malévola.

Todos voltearon al mismo tiempo para mirar al chico rubio que atendía a Kook.

—¿¡Qué!? ¡Te gusta él!

Mis oídos fueron lastimados al grito unisono que presencié. ¿Cómo es que se han creido ese cuento? Se nota que no me conocen bien. Los niños fresas no son mi tipo, y el heladero es uno de ellos. He venido seguido y lo he visto coqueteando con las chicas y comportandose como todo un «máster», según el.

Crucé brazos y me deslizé en la silla. Bajando la cabeza.

—Jungkookie ¡A _____ le gusta el heladero!

Levanté la mirada cuando lo mencionaron. Son unos chismosos. Jungkook sonrió, no amablemente, tampoco de felicidad, había gracia en esa sonrisa de conejo. Entregó los cuatro helados que traía y antes de ir por el resto, se estiró en su lugar.

¿Qué es el amor? ⟳ ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora