¿Qué es el amor? ⟳ ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ

「034」

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¿Por qué he de pensar en Eunjin?

Pateé una piedra y cayó directamente al lago.

Me sumergí tanto en mis pensamientos que no me llegué a fijar en como había llegado aquí. Pero lo bueno de haber caminado sin saber mi destini es que la cabaña no queda lejos del lago, es un lugar solo y las únicas luces eléctricas que brillan en este lugar provienen de nuestra cabaña, así que no hay problema.

Me senté en el suelo y observé el azulejo reflejo de la luna. Tomé otra piedra y la aventé al lago.

—¡Oh! —me paré de golpe emocionada al ver como la piedra había dado tres toques en la superficie del lago. Toda las veces que he venido a este lago siempre lo intenté, pero nunca pude.

Tomé otra piedra, y buscando el mismo resultado la tiré.

—¡Ay, por favor!

Inútilmente esta piedra se fue directo al fondo, pegando fuertemente contra el agua. Mejor volví a sentarme con el ceño fruncido.

Las cosas solo funcionan cuando no está planeado, y es muy cierto.

Ni siquiera me imaginé que yo le gustase a alguien. Suspiré. Estoy en un problema. Eunjin es una persona realmente buena, no merecía fijarse en el desastre que soy. Ni siquiera Jungkook debería de hacerlo por más que yo quisiera que eso pasara.

Me levanté del suelo y giré para volver a la cabaña, llevandome la sorpresa que nuevamente me encontraba perdida. ¿No que era fácil volver a la cabaña? Sí ______, como no.

—Eres el doble de tonta —me encargué de insultarme a mi misma por mi idiotez. Recogí otra piedra y la tiré al lago—¿¡EN SERIO!? —bufé molesta.

La maldita piedra había rebotado por segunda vez en el agua. Hasta lo que no tiene vida me odia.

—Perdida de nuevo —quedé estática en mi sitio. Lo único que tenía movimiento en mí era mi corazón, dando esas pulsaciones incontrolables— Por suerte tienes un mejor amigo que cuida de tí.

Y ese fue el golpe bajo. Cada vez que esucho ese amigo, duele.

Tragué grueso mientras escuchaba sus pasos acercandose. Hasta que llegó a mi lado, observando el lago al igual que yo.

—¿Q-qué haces aquí? —por más que intenté no tartamudear, lo hice. Sentí como su mirada rápido giró a mí.

Y deseé verlo a los ojos, sin embargo no quería ver la oscuridad que se encontraba cada vez que me ve.

—¿No puedo?

No resistí y giré mi cabeza. No sabía exactamente si estaba molesto o decepcionado, lo único que sabía que su rostro estaba serio, sin embargo sus ojos no dejaban caer el brillo que la luna le proporcionaba.

Era hermoso ver ese brillo, era hermoso que sus ojos brillaran cuando solo yo estaba. Pero si no fuese por esa cosa brillando en el cielo, seguro estuvieran oscuros. Como siempre lo están cuando yo los tengo en frente.

—Sí, pero...

—Está bien —sonrió, sentándose en el suelo. Hizo una seña con su cabeza para que me sentara a su lado, y así lo hice. Tomándo una alejada distancia de él— Acércate.

Quería hacerlo, pero a la vez no.

—Qué te acerques digo

Me acerqué, sin la necesidad que volviera a repetirlo. Una vez estando a su lado, dejó caer su cabeza en mi hombro. Tragué grueso, la típica corriente eléctrica pasó por mi cuepo acomodandose en mi estómago.