「038」

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Cuando describen el momento más impactante, y dicen que todo se detiene, que no hay sonidos externos, y que solo eres capaz de escuchar el golpeteo de tu corazón, es cierto.

Podía escuchar eso y más. Incluso algo en mi estómago hizo que mi boca se secara, los huesos de repente me crujieron de algún dolor. Mi cuerpo estaba tomando varias reacciones, en señal de que estaba sorprendida. No podía creer lo que estaba escuchando.

Tae a veces puede hacerle efecto cualquier cosa y comienza a decir tonterías. Pero esta vez, su cara de... Ah, ¿nadie me iba a asegurar que solo estaba alucinando?

—Qué tarugada dices —refutó Yoongi. Igual de incrédulo que yo.

—¡Digo la verdad!

—Tae, ¿donde están lo demás? —interrogó Eunjin. Los tres quedamos extrañados, Eunjin de momento parecía muy preocupado de la noticia, más que nosotros, e incluso no había alguna sorpresa en su semblante.— Taehyu...

—En la cocina —y sin dar explicaciones salió trotando, con su respiración agitada de pronto.

Miré a mi hermano y ambos captamos. Fuimos detrás de Eunjin, sin embargo nos detuvimos cerca del baño al escuchar varias voces ahí dentro. Yoongi siseó para que nos callaramos.

—¿Estás bien?

No podía ser. La única voz ronca y grave era la de Eunjin, a parte estaba la de Tae, solo que la de él es como de un León en su pleno desarrollo. Parpadeé y me concentré en su voz que volvió hablar.

—No estaba preparado, Suni...

Cubrí mi boca tras escuchar su nombre. Yoongi volteó a verme de la misma manera, desconcertado.

—Mierda —canturreó.

—Debemos irnos de aquí —sugerí, pero fue más una orden que sugerencia. Él se negó pero aún sí lo tomé de la mano y lo arrastré nuevamente a la habitación. Carajo, esto parece... Nada normal. Y prefieron no meterme en ningún asunto privado. Me senté en la cama abrumada de repente. Había calor, comencé a darme algo de aire con mi mano.

Yoongi comenzó a caminar de lado a lado, y eso me ponía más abrumada.

—Para.

—¿Oíste eso? Eunjin y Suni...

—Ninguna palabra de esto —lo callé. Procesando lo antes escuchado, hasta que... Jungkook.

Corrí a la cocina. Los chicos estaban junto a la abuela en la mesa, comían y hablaban animadamente.

Comencé a contarlos, y de los chicos solo hacía falta Jungkook. Volví a contarlos señalandolos cuando ya ellos me observaban extrañados. Me desesperé aún más al confirmar que ningún pelinegro sonreía con la familia en la mesa.

Si él llegó a saberlo, seguro, mierda.

—¿Han visto a Jungkook? —ninguna boca daba indicios de querer dejar salir alguna palabra o sonido— Pregunté si han visto a Jungkook.

—Se quedó en el lago, te acompa...—corté a Nam dejando el pequeño intercambio de palabras. No me importaba, nada más que Jungkook y encontralo en su santa paz.

Y estando en pijama, con el cabello listo para darle un hogar a los pájaros, salí al bosque. No me importaba como estuviera, ahora lo único que quería era ver a Jungkook y preguntar como se encontraba, que sus palabras me lo afirmaran. Solo eso me importaba.

¿Qué es el amor? ⟳ ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora