「011」

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AVISO:

El capítulo es muy sentimental
para los que no están acostumbrados a los momento empalagosos.
Ya saben, si no les gusta este
tipo de cosas les recomiendo
que no lo lean. :)

Y si lo lees, espero que lo
disfrutes y sea de tu agrado.

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—Jung...Kook, no... respiro —murmuré con dificultad.

Entonces todo fue como una nevada sin calefacción.

—Ah, lo siento.

Jungkook se separó de mí. Un mar de sensaciones extrañas atacaron mi cuerpo, haciendome sentir mal. Por inercia giré a mi costado.

Suni.

—Chicos, lo siento no quería interrumpir —la pelirroja sonrió, esta vez la sonrisa de comercial no estaba, su sonrisa parecía ser forzada.

—No te preocupes, estaba por irme —mostré la más mínima importancia. Ella apenas sonrió.

Miré mis pies, evitando el contacto visual y tratando de calmar la impaciencia de irme.

—Yo...

Levanté mi rostro. Noté que no era la única que sentía incomodidad, ambos miraban hacia abajo. El pelinegro subió su rostro, ubicando el mío. Nos miramos por unos segundos hasta que yo decidí romperlo.

—Te veo después —dije.

Di me vuelta sobre mis talones y caminé hacia el salón. Mordí mi labio inferior y apreté los ojos cuando la imagen de Suni viendonos abrazados llegó a mi cabeza. ¿Por qué me sentía mal?

—¡_______!

Abrí mis ojos al llamado de Jungkook. Volteé a verlo y lo primero que mis ojos vieron fue la sonrisa formada en su rostro

—Te espero en tu casa, hermosa —me dijo muy seguro.

Por suerte mi rostro de confusión no se hizo presente, pero por dentro si que lo estaba.

¿Qué carajos acaba de decir? ¿Hermosa? ¿Ahora me pone apodos? Sonreí forzadamente y me despedí con un leve movimiento de mano.

En este momento quiero desaparecer. ¿Qué le pasa a Jungkook? Es un descarado llamarme así frente a la chica que le gusta. Ahora si tengo ganas de quedarme más tiempo a estudiar, incluso pensé en quedarme a dormir esta noche.

¿Me dejarán vivir aquí?




[...]





—Hola chicos —saludé. N obtuve niguna respuesta, pero no me importó.

Me siento de la patada, la maestra se pasó con la explicación que le pedí, terminó dandome las últimas cuatro clases, lo único que quiero es tirarme a mi cama y quedarme dormida. Al ver siete chicos jugando videojuegos en la sala de mi casa ya no es sorprendente o molesto, ya me estoy acostumbrando, de nuevo.

—¿Por qué vienes a estas horas? —la abuela protectora ha aparecido, genial.— ¡Ya están por ser las seis y tú..

—Estaba estudiando —interrumpí a la anciana. Suspiré con aires de molestia.

—Ven

Seguí a mi abuela hacia la cocina. Un plato de galletas y un tazón de helado estaba sobre la mesa, que seguro no era para mí.

¿Qué es el amor? ⟳ ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora