「037」

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Ya estaba cansada de mí, realmente no creí que yo misma llegaría odiar lo que me convertí. Estaba bien, estando lejos de las preocupaciones y sufrimientos, al menos, yo sola, estaba bien.

Me odiaba, y si yo lo hacía, como lo harían las demás personas que han lidiado con eso años: mi abuela, Yoongi, los chicos, Jungkook.

Me removí entre las sábanas y nuevamente fueron el absorbente pañuelo a las lagrimas que no dejaban de caer. Sorbeteé una vez más la nariz y me acurruqué más.

La abuela y Suni siguen durmiendo y estoy siendo cuidadosa en que me descubran en esta situación. Dios, que complicado es.

El sol ya está por salir, y desde que abandondé aquellas gradas que fueron testigos de la confesión que he esperado, no he dormido, pero es lo que menos se me antoja. Solo quiero...

Lo único que quiero es irme de esta cabaña y estar en casa, regresar a la misma rutina de siempre.

Lo diferente no es que sea malo, un cambio puede llevarnos a lo que es la felicidad, sin embargo, en el fondo hay una pizca de miedo a lo diferente, a no cambiar lo de costumbre. Tanto es el miedo que hasta cometemos errores de los cuales después, nos arrepentimos.

Yo tenía miedo a perder lo que sin complejidad obtuve, pero que ahora estaba siendo difícil matenerlo estable.

Deje escapar un suspiro cansado antes de que mis ojos quisieran cerrarse.  Ya estaba agotada, finalmente el sueño me estaba ganando, pero siendo sincera ya no podía más, mis ojos estaban cansados de tanta lágrima y seguramente rojos.

«—Tú, me gustas.

—Jungkook, yo...

—No digas nada, sé que tú también sientes lo mismo.

—No Jungkook, no sentimos lo mismo.»






[...]

—Pitufa. ¿Te vas a levantar de ahí?, vamos, arriba que ya todos están listos.

—No quiero. Déjame aquí, pueden irse al lago sin mí, estoy bien —seguí en la misma posición fetal. Las sábanas cubrían desde mis pies hasta mi nariz. Mientras que le daba la espalda a mi hermano aprovechaba en dejar caer alguna que otra lágrima. Lagrimas que ya no me molestaban.

Era un llanto en silencio, y fingir que nada pasaba era desgarrador, tanto para mi garganta como para mi corazón.

—Le dije a ese feto desformado que no te hiciera nada.

Sentí como el colchón dejó de presionarse, y luego los zapatos de Yoongi crujir, listos para pisotear a la sala.

No iba a permitir que golpeara a alguien que no tiene la culpa. Fuí rápida al tomar su brazo, y lo detuve antes de que cumpliera su pensamiento.

Alcé mi mirada después de asegurarme que Yoongi no intentaría soltarse. Por más que tratara de hacer como si nada, la hinchazón de mis ojos iba a delatarme de todas manera. Noté como el rostro de Yoongi tomó un gran cambio. La mirada posesiva fue sustituida por una mirada que mostraba miedo, inseguridades.

—¿¡Estás bien!? Pitufa. —su delgado cuerpo se dejó caer nuevamente en el colchón y me cubrió con sus delgados y pálidos brazos— Como carajos no quieres que maltrate a Jungkook, mírate como estás. Necesito dar...

—Yoongi. Él no tiene nada que ver, es más, yo necesito unos golpes.

—Tú no tienes porque echarte la culpa.

¿Qué es el amor? ⟳ ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora