Mi Amado Trancy❤•{Cielois}•

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26:La Loca Y La Belleza Roja.
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Dos meses pasaron a prisa desde el encuentro y la invitación. Esa tarde iría a la celebración en honor a el primogénito de Ciel, las cicatrices iban en aumentó, ya tenia cinco en el rostro y unas veinte en el cuerpo, dolían al salir y a pesar de que no eran estéticamente bellas su cara seguía igual, como si las cicatrices no estuvieran ahí.

_Joven, sus atuendos están preparados y su baño esta caliente.

_Gracias, Hannah, necesitaré tu apoyó.

_Lo que Necesite, ahí estaré.

_Gracias, arreglate, vendrás conmigo.

_Como deseé.

🍼❤🍼❤

Una alterada Lizzy recorría el jardín preparando y chocando que cada mesa este bien arreglado.

_Si, esa mesa esta bien._ dijo a Mei-Rin._ ¡no!, Finny, el arreglo no es así, retirate, Sebastian, haslo tu.

La rubia de gran barriga se fue dentro la mansión y Sebastian fue por su rubio.

_Lindo, ve y riega las flores de el limite de la mansión, te esperó ahí.

El mayordomo se percató de que nadie le veía, entonces tomo las mejillas de el jardinero y lo beso de manera muy tierna.

(Lo amo tanto.)
Pensó Sebastian, era un pensamiento que decía al rubio cada que podía, siempre.

_Esta bien, te espero... Sebas.._ se puso de puntillas rodeando los hombros de el demonio haciendo que se flexionara levemente y se acercó a el oído del otro._ te amo, en verdad lo hago.

_Yo también te amo, mi lindo y precioso Finny.

El jardinero sonrió en el oído del mayordomo y beso la mejilla y se fue.
Y mientras arreglaba una mesa, Bard miraba como su antiguo novio era feliz con otro y un que sentía celos, no podía evitar sentir felicidad por que el que amaba había encontrado a alguien que lo amaba con la misma magnitud, con ese mismo sentimiento puro.

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Las ruedas de la carreta sonaban y rebotaban levemente al pasar por una roca por aquella calle. Alois y Hannah iban a prisa o llegarían tarde pues se habían esmerado con opacar a los anfitriones, ¿y como no?, si Alois a estas alturas era un experto en moda.
Cuando llegaron al jardín  de la mansión vieron los arreglos con temática de bebés en tono rosa y azúl, con algunos juegos para los niños invitados y muchas personas con elegantes vestimentas, pero no mas que las que portaban los nuevos llegados, Alois y Hannah.

_Alois.

Llamo la preñada a los llegados.

_¡Lizzy!, que gran barriga, ¿cuanto tienes?.

_Seis meses y una semana, pero que lindos vienen.

La rubia miró a Alois, que llevaba una camisa blanca con su listón negro en moño, un largo abrigo carmesí que llegaba más arriba se las rodillas, sus diminutos pantaloncillos que atraían miradas, unas bellas botas de tacón alto que quedaba mas abajo de su rodilla en rojas con negro, sus medias largas de encaje negro que lo hacia ver sensual y dejaba ver porciones de piel que aunentaban el misterio de querer ver más y por último un sombrero de copa a juego con sus botas y abrigo que llevaba unas lindas flores negras y un listón negro y rojo atado al basé. Todo en el se veía lindo o eso pensaba Ciel que estaba al lado de su mujer viendo atento a el rubio.