Mi Amado Trancy❤•{Cielois}•

20

20: Cuatro Semanas.
4/5
Resumen Siete Años
Especial)?.
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Un año más había pasado, todo muy rápido para el rubio. Entre su, ahora, gran empresa y en ocasiones comer almas.
Hannah y los trillizos se mantenían a su servició como antes, y sin embargo, Alois insistía en que se fueran a conseguir un amo y  por ende una alma con la que se alimentarían, pero no, ellos querían seguir fieles, o eso creían.

_Hannah... Se que aun no se quieren separar de mi, por que lo prometieron y por que se los pedí, pero.. En cuanto lleve a Londres quiero que vayan a buscar a un amo que les alimente con su alma, no es negociable, es una orden y como tal la van a acatar.

_Yes, Your Highness.

Dijeron reverenciando a el Conde de rubia cabellera y maldición en su alma. Si bien no se querían separar de Alois si el les ordenaba debían seguirlo aun sin que les gustara.

_Highness, aún con nuevo amo, le seguiremos para lo que necesité, no lo dudé.

⚠⚠⚠⚠

En una de las cuatro mansiones de el Conde Ciel. Todos es aquella mansión se encontraban esperando una noticia muy importante, bueno, no para todos.
Un hombre cano en bata y con un maletín negro.

_¿Entonces?, ¿que sucede esta enferma?.

_Más que una enfermedad es algo beneficioso.

_Digame, ¿que tiene mi esposa?.

Preguntó el Conde de cabellos azulados.

_Felicitaciones Conde Phantomhive, sera padre en pocos meses.

Dijo el doctor con una sonrisa palmeando el hombro de el futuro padre y se retiró. Los sirvientes presentes ovacionaron felicitando a Ciel.

En su cuerpo sintió como una enorme ola de agua helada lo hubiera golpeado. Si pensaba recuperar a el bello rubio que ahora estaba en Italia, no lo conseguiría tan fácil, pues el chico era muy resentido, esta no la dejaría pasar y si pensaba en venganza le daría en donde el gran orgullo de el Conde se volviera nada, lo humillaría.
Ciel entro a la habitación donde su joven esposa esperaba acostada, la miro, su cabello largo y rubio se encontraba desatado para dar comodidad, bestia un fino camisón camisón rosa de seda fina que llegaba a su chamorro, (aunque no se veía ya que estaba arropada hasta la cintura.) los grandes, verdes y algo cansados ojos de la chica vieron a su marido con felicidad, para ella su futuro hijo era una gran noticia... Para Ciel, no.

_Ciel, voy a ser madre.

Una sonrisa apareció en los labios de Lizzy.

_Sí, lo se.

_Es tan, estoy tan feliz, según el medico tengo cuatro semanas.

_Que bien.

_¿No te alegra?.

(No.)
Hizo eco en la cabeza del Conde. Si bien un hijo era bueno ya que la descendencia Phantomhive seguiría, pero para el, en este momento, no era bueno el no quería a Lizzy de una forma más romántica y sin embargo había tenido sexo con ella mucho tiempo después de la boda... Simple obligación y apariencia.

_Claro, es bueno, la descendencia no se perderá.

La chica sonrió. El era un maldito, que solo destruyó el corazón de Alois y construyó un falso futuro con alguien al quien no ama, nunca lo hará.

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En una semana más, y la noticia del embarazo de la esposa de Ciel ya estaba en boca de todos.. Incluso en Italia.
Alois tenia un periódico en sus manos, el encabezado principal era: “LA FAMILIA PHANTOMHIVE CRECE.”

“A meses de su boda, el Conde Ciel y la, ahora, Condesa Elizabeth Phantomhive están en espera de su primer hijo, según lo comentado por la pareja, el pequeño en espera tiene cinco semanas..”

Con manos temblorosas bajo el periódico, lo que le faltaba, Ciel ahora seria padre.. El ya lo esperaba, si, sabia que en cualquier momento ambos consumarían su matrimonio y un hijo nacería a fruto de ello, pero aun esperándolo dolía, dolía como un infierno.
Una cicatriz se comenzó a formar en su mejilla de manera tenue, una representación de su dolor. Su cabello cambio a rojo y su piel se volvió bronceada, sus ojos ahora eran totalmente blancos en muestra de control sobre la criatura, su vestimenta se volvió blanca y roja, el periódico en sus manos de volvió cenizas y la alfombra en sus pies se quemó en donde tocaba (solo por el momento). Salió disparado de la mansión dispuesto a tomar las primeras almas que encontrase.

Le dolía, la cicatriz en su mejilla sería permanente al igual que el vacío que ahora sentía.. Ni cuando su alma se pudrió se sintió con ese maldito vacío que ahora sentía.
Le dolía, estaba destrozado y el causante de ello tenía nombre, apellido, una esposa y próximamente.. Un hijo.

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