El Poder de Amarte

Capítulo 2

Nos miramos por unos cuantos segundos, no dejamos de hacerlo.

Bulma: Disculpe, señor. Yo soy la culpable de que mis compañeras llegaran tarde lo que sucedió es que...

Vegeta: ¡Silencio! ―me interrumpió alzando la voz ―No me interesa que estuvo haciendo con sus compañeras. Que sea la última vez que llegan tarde y prepárese, porque dará un show esta noche en ese bar.

Bulma: Si, señor. ―mencioné para luego retirarme.

Al salir de la oficina, los encuentro a todos deambulando en el pasillo.

Milk: ¿Bulma, que pasó? ―pregunta.

Bulma: Nada, ya aclaré todo. Yo me haré responsable del caso.

En ese instante, llega el agente Shima, nuestro director.

Agte S: Muy bonito, señoritas. Y permítanme. ―Nos hace a un lado. ―El agente Ouji quiere verme. ―dice a la vez que entra a la oficina.

Goku: Señor, perdone. ―Se interpone entre él y la puerta. ―Por favor, ¿puede informarnos si debemos participar en la misión?

Agte Shima: No le aseguro nada, agente Son. ―manifiesta finalmente cerrando la puerta.

Permanecemos afuera esperando a que salga el agente Shima, hasta que la puerta se abre y es él.

Agte S: Hablé con el agente Ouji. Él habló con el encargado del bar. Usted... ―se dirige a mi― ...Y sus compañeras, iban a ser meseras, pero ya que le informó de su afición, él lo tomó como oportunidad para atraerlos. Y ustedes tres serán civiles infiltrados en la misión en caso de que se presente algún altercado.

Goku: Gracias, Señor ―respondió asintiendo.

Agte S: ¿Qué están esperando? Vayan a preparar sus cosas a las 10:00 p.m. sale la comisión.

―¡Si, señor! ―respondímos al unísono.

Krilin: Oye, Bulma ¿Cuál es esa afición?

Mis compañeras y yo nos miramos casi soportando las risas. Como dije anteriormente, solo ellas la conocen.
Reímos a carcajadas tras la pregunta de Krilin y nos alejamos de los chicos para ir a la sala de vestidores.

Lazuli: Bulma ¿Estás segura de hacer eso?

Bulma: Fue lo único que se me ocurrió para poder compensar nuestra falta, chicas.

Milk: Ese nuevo Sub-director es muy guapo, ¿cierto? ―sonríe  ―Pero, Goku me sigue poniendo de cabezas, no hay nadie que lo supere.

Todas reímos mientras alistamos los bolsos con el vestuario que usaremos allá. Nos instalamos los altavoces ocultos bajo nuestra lencería para comunicarnos. Nos vestimos en forma civil para no ser identificadas  al llegar.

Ten: ¡Oigan, maripositas! Estamos esperando por ustedes, apresúrense.

Bulma: Maldición, me falta maquillarme.

Lazuli: Allá nos terminamos de arreglar, vamos rápido antes de que nos ganemos otro castigo castigo.

Salimos de los vestidores y corremos por el pasillo para pronto tomar el elevador y bajar a la entrada. El agente Shima nos estába esperando frente a las camionetas.

Agte S: Vamos adentro. Vegeta Ouji debe venir bajando.

Bulma: ¿Vegeta? ―pensé― ¿Será ese el nombre del agente superior?

Subimos a una camioneta Toyota Fortuner blindada de color negro.

Krilin: Demonios. Así será mi próximo vehículo.

Ten: Un día la llevaremos a festejar, amigo. Y subiremos a un montón de chicas.

Bulma: ¡Cállense! ¿No saben que puede tener micrófonos incorporados y estarse escuchando lo que hablan? Par de idiotas.

Todos reímos y en ese instante, Vegeta, digo, el agente Ouji, abrió la puerta del copiloto y subió mientras que un Agente de seguridad entro del otro lado para conducir.

Vegeta: Ok, princesas. Quiero esta noche cumplir a cabalidad este operativo, no quiero errores. Un solo error les saldrá caro. ¿Escucharon? Aquí tienen las fotos de los de la banda. Graben bien esas imágenes.

–¡Si, señor! −respondímos.

(...)

Hemos llegado. Las chicas y yo entramos por la parte de atrás y nos reciben otros agentes de seguridad. Nos llevan hasta los vestidores del club y comenzamos a colocar nuestros inapropiados atuendos. No sé por qué demonios me siento tan nerviosa.

Goku: Ox, Gero, Brief. ¿Todo bien? ―nos hablan por el portavoz.

Bulma: Aquí Brief, todo bien. Estamos terminando de vestirnos. ¿Y... el agente Ouji? ―pregunté en voz baja.

Vegeta: ¿Qué sucede, Brief? ―respondió ―Estamos aquí sentados tomando tragos. Las quiero enfocadas. Cualquier cosa ya saben qué hacer.

Maldita sea, olvidé por un momento que él también llevaba el portavoz, al escucharlo mi corazón se agitó. Algo que no comprendo.

Bulma: Si, señor ―respondí con cierto temblor en mi voz.

Las chicas y yo nos miramos a punto de morir de risas, todos nos escuchamos. Esta vez pensar que bailaré ante él me pone de nervios ¿Por qué? No sé.