Capítulo 28

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Vegeta me ha dicho algo que me ha dejado atónita... ¿Qué intenta insinuarme?

Bulma: ¿Q... que quieres decir con eso? ―inquiero absorta.

Vegeta: Maldita sea mujer... ¿por qué haces esto? Llegaste a cambiar mis planes por completo. Por esto podemos perder nuestro empleo.

Bulma: No te entiendo nada.

La mano de Vegeta sujeta mi muñeca y me hala hacia él. Yo comienzo a estremecerme entre sus brazos, él se quita el saco de su traje y me lo sobrepone para calmar el frío que siento y vuelve a tomarme.

Vegeta: ¿Qué demonios Brief, no te das cuenta? ―musita con sus orbes profundos.

Se va acercando despacio y cierro mis ojos hasta sentir sus labios tibios, su lengua dulce con sabor a licor inunda mi boca con fervor. Me carga haciendo que lo abrace con mis piernas mientras mi boca y la suya se están mezclando, mi corazón retumba y mi respiración se acelera, no quiero dejarlo no quiero soltarlo, quiero permanecer así. Me sube sobre la capota del auto sosteniendo mi pierna y lo abrazo acariciando su mejilla.

 Me sube sobre la capota del auto sosteniendo mi pierna y lo abrazo acariciando su mejilla

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Vegeta: Mujer... Tú... te has convertido en mi debilidad, me estás enloqueciendo, y no puedo controlar esto ―expresa entre besos.

Bulma: Tú... tú me encantas... haces que baile de esa manera, tu mirada es la única que deseo que me desnude mientras lo hago.

Vegeta: Hasta que por fin lo aceptas... No sabes lo que he tenido que tolerar para no hacerte el amor aqui mismo... ―presiona mis piernas más hacia él.

Bulma: Creo que lo mejor es que volvamos al hotel, si no sospecharán los demás.

Vegeta: No me importa ya nada. Pero, tienes razón ―alega aun sin dejar de besarme ―Vamos...

Me ayuda a bajar y me lleva de la mano, abre la puerta para que pueda entrar. El da la vuelta y sube también. Vamos camino al hotel, yo lo miro conduciendo y es tan perfecto, siento algo muy profundo por él, pero no quiero decir la palabra hasta no estar segura, de pronto me mira, sonríe y toma mi mano.

Vegeta: Esta noche bailaste increíblemente, eres perfecta, en ningún momento pude parpadear por estar embelesado con tan hermosa mujer bailando para mí.

Bulma: Te dije que era para ti... ―le guiñó un ojo.

(...)

Hemos llegado al hotel y bajamos del auto. Nos dirigimos a la recepción, debemos confirmar que nuestras cosas están en la suite.

Recepcionista: Buenas noches ¿Señor y señora Ouji?

Vegeta: Así es. ―Vegeta responde sin ningún titubeo.

Recepcionista: Aquí tienen su llave, sus equipaje ya se encuentran en la suite, que tengan una excelente noche.

V/B: Muchas gracias.

El Poder de AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora