Capítulo 47

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*Tres Meses Después*

El tiempo ha pasado tan rápido que no se ha dejado ver, y tan solo faltan tres días para la boda de Milk. Ahora estoy de compras con mi amiga la rubia, Lazuli. Compramos ropa adecuada que vaya con el tropical clima de nuestra siguiente escapada, como le llamo yo a nuestras aventuras en otros países. Nuestra apreciada Milk ha llegado a la tierra de los mil rostros antes que los invitados para llevar todo a cabo, imagino que debe estar desesperada y seguramente le hacemos falta enormemente, su boda será en la playa, una muy buena elección.

Lazuli: ¿Qué tal se me ve éste bañador? ―pregunta desfilando un bañador de bikini ligero de color negro.

Bulma: Vaya... sí que tienes que mostrar amiga ―comento jocosa.

Lazuli: No tanto como tú, Bulma Brief. Tienes un cuerpo de envidia ―agrega mirándose al espejo y girando para detallar cualquier imperfección.

Bulma: ¿Qué cosas dices? Solo es que estamos tan acostumbradas a vernos con uniformes que no detallamos hasta lo más mínimo de nuestros cuerpos, y al vernos en poca ropa pensamos que tenemos el cuerpo más deseado.

Lazuli: Ah, ah... en cierta parte tienes razón y en cierta no. Mírame, siento que me falta un poco más aquí en mis glúteos y un poquito más por aquí ―expresa con sus manos en la cintura.

Bulma: Bueno eso no importa, somos lindas y ya, cada una tiene su encanto y se acabó ―dejo en claro a la vez que selecciono uno que otros bañadores para probármelos.

Quito toda mi ropa en el cubículo y me los pruebo... Me miro al espejo y observo mi cuerpo.

Lazuli: ¡Sal de ahí! Quiero verte.

Bulma: Umm... no... estoy bien así.

Lazuli: ¡Brief! sal del cubículo y deja la timidez.

Bulma: Que intensa eres, Laz. Ya salgo. ―le comunico para luego salir con un bañador enterizo morado que posee un agujero entre mis pechos. Me cubro con una manta rosada. Abro la puerta y dejo que me observe.

 Bulma: ¿Cómo me luce? ―pregunto posando

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Bulma: ¿Cómo me luce? ―pregunto posando.

Lazuli: ¡Oh... my... god! Te queda precioso amiga. De lo que se está perdiendo el idiota de mi ex jefe.

Bulma: ¿Qué dijiste? ―pregunté al escucharla murmurar.

Lazuli: Que te queda precioso amiga. De eso hablo, tus caderas proporcionadas, tus enormes glúteos y aquellas dos buenas razones que tienes delante.

Bulma: Ya basta. Me lo llevaré junto con dos más.

Lazuli: ¡Perfecto, yo igual!

Aquella tarde caminábamos por el centro comercial. Llevábamos bolsas de distintas tiendas hasta que decidimos parar a comer algo. Y mientras eso hacíamos, Laz decidió confesarme algo.

El Poder de AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora