Capítulo 58 (Capítulo Final)

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Primero que nada. Quiero agradecer a mis lectores que han seguido esta historia desde siempre. Gracias por sus votos y comentarios. Me enorgullece saber que mis fics causan emociones a montón. El Poder de Amarte llega a su fin, pero no las ganas de seguir complaciéndolos con mas de VegeBul Fanfics. Querencias.

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POV Bulma

De nuevo estoy en esta habitación un poco familiar, solo que esta vez es diferente la ocasión. La llegada de Trunks y Bra esta próxima, pero el miedo me invade. Ellos aún no llegan a término, y no estoy preparada para una cirugía de último momento, eso dijo el doctor, debido a que ellos no están en posición. Un escalofrío me embarga. Yo, solo deseo que ellos estén bien para pronto tenerlos en mis brazos.

Las enfermeras caminan de un lado a otro. Me han ayudado a colocar una bata azul, y protectores en la cabeza y pies. Estoy sentada en la camilla esperando a que el doctor que va a guiar mi cirugía llegue pronto. Debido a que el parto se ha adelantado, mi doctor de rutina no podrá acompañarme por motivo de viaje y eso me preocupa aún más, pero sé que estoy en buenas manos.

Enfermera: ¿Cómo te sientes? —preguntó una joven de cabellos negros, muy parecida a Milk.

Bulma: Estoy bien. Solo quiero que esto termine. —respondí ansiosa.

Enfermera: No tienes de que preocuparte. El anestesiólogo viene en camino para colocarte la epidural. —sonrió dulcemente.

Yo solo asentí a lo que ella dijo. Mientras, mi vientre estaba siendo monitoreado, al igual que mi presión arterial y mis latidos. De pronto siento un dolor muy fuerte que me hace gritar.

Enfermera: Señorita Brief. Debe respirar profundo, es una contracción.

Bulma: ¡¡Siiii!! ¡Eso lo sé! —espeté. —Ya casi no soporto.

Enfermera: Debe calmarse y respirar con calma. —expresó.

Respiro al mismo ritmo que la enfermera me indica, y la contracción va cediendo poco a poco. En ese instante, un hombre con bata blanca entra pidiendo mi informe médico. Luego de leerlo, se aproxima a mí y no me agrada para nada.

Doctor: Hola, Bulma. Mi nombre es Scott, soy el médico anestesiólogo. Voy a colocarte la epidural, si trabajamos en equipo todo saldrá excelente. Solo te pido dos importantes condiciones. La primera: No debes hacer ningún movimiento mientras la estoy colocando. Y segundo: Hacerme saber de inmediato cualquier anomalía que sientas. ¿Esta bien?

Bulma: Si... estoy de acuerdo. —asentí.

Scott: Muy bien. Empecemos. Te voy a llevar a una posición hacia delante para poder abrir las vértebras. Sentirás un pinchazo para adormecer la zona un poco y luego colocar la epidural.

Aquellas palabras me tranquilizan. Debo dejar todo en sus manos. Me inclino, y respiro profundo a la vez que siento el pinchazo en mi columna. Al cabo de un rato, ya no siento mis extremidades inferiores. Mientras estoy acostada, sigo mirando a mí alrededor. Deseo tanto que Vegeta este conmigo. Debe estar preocupado.

Minutos más tarde, lo veo entrar. Vi una expresión serena en su rostro. Pensé que estaría completamente ansioso, pero su actitud me tranquilizaba aún más. Toma asiento detrás de mí. Me da un beso en los labios. Él acaricia mis mejillas.

Vegeta: Todo saldrá bien. En unos minutos tendremos a esos dos dando gritos por doquier. —dijo con una risa nerviosa.

Bulma: Si, lo sé. —sonreí. —Gracias por estar conmigo, por no dejarme sola.

Vegeta: Sabes que jamás volvería a dejarte sola, eso ni pensarlo.

Nuestra conversación quedó en un segundo plano cuando el médico hablaba algunas cosas.

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