Neftalí seguía intrigado por lo que su madre, Socorro, y María hablaban en secreto. Cuando Neftalí llegó a casa y se encontró con ellas, no pudo evitar preguntar qué sucedía.Neftalí: (curioso) Mamá, ¿sobre qué estaban hablando? ¿Por qué parecían sorprendidas?
Doña Socorro, preocupada por la situación, comenzó a ponerse nerviosa, pero María intervino rápidamente para evitar complicaciones.Maria: (inventando) Hijo, estaban planeando una sorpresa para ti. Tiene que ver con la universidad.
Neftalí: (sorprendido) ¿Una sorpresa relacionada con la universidad? ¿Acaso reconsideraron darme permiso y dinero para ir a la fiesta?
A pesar de haberle negado el permiso previamente, Socorro decidió ceder para evitar problemas y asintió.Socorro: (resignada) Sí, hijo, he decidido permitirlo. Pero irás en taxi y también volverás en taxi, por tu seguridad. Y Josué también va a ir.
Maria, siguiendo la actuación, también accedió a que Josué fuera.Maria: (afirmando) Así es, Josué también va a la fiesta. Pero si se quedan hasta tarde, Josué puede quedarse a dormir aquí y regresar por la mañana.
Josué: (agradecido) Oh, Dios mío. Esto es tan inesperado.
Neftalí: (agradecido) Muchas gracias, en serio. Aunque esto me parece demasiado bueno para ser verdad.Josué recogió sus cosas y se despidió de María y Socorro. Antes de salir, agradeció por el apoyo brindado y se marchó con una sonrisa.
Josué: (agradecido) Gracias de verdad por todo. Buenas noches, mamá. Nos vemos mañana en clases.
Maria: (sonriente) Buenas noches, doña Socorro.
Socorro: (educada) Buenas noches y hasta mañana.De vuelta en casa, Josué y María continuaron su conversación sobre lo ocurrido.
Josué: (confundido) Mamita, no puedo creer que me diste permiso. ¿Estás segura?
Maria: (serena) Sí, hijo, te di permiso. Solo trata de mantenerte fuera de problemas, por favor.
Josué: (agradecido) Gracias, de verdad. Aún estoy sorprendido.
Maria: (seria) Ahora, explícame lo de tu ropa manchada de gaseosa. No me gustaría pensar que estás mintiendo.Josué: (sincero) Fue un accidente, mamá. Estaba en el centro comercial con Neftalí y una señora derramó su gaseosa sobre mí.
Maria: (dudando) ¿Estás seguro, Josué? Espero que no me estés ocultando algo. Siempre te enseñé a ser honesto y responsable.
Josué: (afirmando) Lo sé, mamá. Puedes preguntarle a Neftalí si no me crees.Después de esa conversación, Josué y María se retiraron a descansar para enfrentar un nuevo día.
Al amanecer, Josué se preparó para ir a la universidad. Camino a su pabellón, entró a su aula y se reencontró con Saraí, quien llevaba un regalo para él.
Saraí: (sonriente) Hola, Josué. Traigo un regalo para ti.
Josué: (curioso) ¿Un regalo? ¿Qué es?
Saraí: (entregando el regalo) El chico de Derecho vino y me pidió que te lo diera. Parece que quiere alegrar tu día.
Josué: (sorprendido) ¿Johanne? Oh, gracias. (abre el regalo) ¿Dos barras de chocolate? Uno blanco y uno normal. Y hay una nota...
Saraí: (curiosa) ¿Qué dice la nota?
Josué: (leyendo) "Sé que ayer no fue tu mejor día. Te traje estos chocolates para alegrarte. El chocolate puede sanar un corazón roto y traer alegría. Quiero verte. P.S.: No sabía qué chocolate te gustaba, así que compré dos sabores diferentes. Con cariño, Johanne."Josué sonreía al leer las palabras de Johanne, mientras Saraí se alegraba por su amigo.
Saraí: (contenta) ¡Qué lindo detalle! Parece que las cosas van mejorando.
Josué: (feliz) Sí, parece que sí. Estoy sorprendido y feliz. Ayer fue un mal día, pero hoy... hoy es diferente.
Saraí: (cariñosa) Me alegra verte sonreír, Josué.Las clases comenzaron y, a medida que pasaba el tiempo, Josué no podía evitar pensar en Johanne y en las palabras de su carta. Durante el recreo, Josué no perdió tiempo y se apresuró a encontrarse con Johanne.
Johanne: (sonriente) Hola, ¿cómo estás hoy?
Josué: (entusiasmado) ¡Hola! Estoy mucho mejor, gracias a ti. (muestra la carta) Gracias por los chocolates y por las palabras en la carta.
Johanne: (afectuoso) Me alegra que te haya gustado. Quiero verte feliz.
Josué: (agradecido) Lo lograste. Pero ya casi se acaba el recreo, debo volver a clases.
Johanne: (comprensivo) Claro, entiendo. Nos vemos en la fiesta de nuevo ingreso, ¿verdad?
Josué: (afirmando) Sí, nos vemos allí.Josué regresó a su pabellón, y Johanne a su aula. El día continuó con las clases, y finalmente llegó el momento de la salida. Josué se dirigió hacia el punto de encuentro, donde Neftalí, Antoine, Nadir y Saraí lo esperaban.
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El secreto de Josue
Teen Fiction"El Secreto de Josué" nos sumerge en la vida de un joven apuesto e ingenioso llamado Josue Castillo, cuyo hogar se ubica en las afueras de una tranquila residencial. Allí, su abuela María se ocupa de las labores del hogar con dedicación. Sin embargo...