El secreto de Josue

**Capitulo 67: El encuentro de dos almas Heridas**

Amaneció en un sábado tranquilo, yacía en mi lecho, perdido en el abismo de mis pensamientos. De repente, él irrumpió en mi refugio, rozando mi frente con un beso mientras mis párpados se alzaban.

Josué: "Has retornado".
Johanne: "Sí, mi amor. Lamento mi ausencia, pero hoy estaré aquí contigo hasta el lunes".
Josué: "¿No hay deberes ni asuntos apremiantes que requieran nuestra atención?"
Johanne: "No, mi amado. Me entregué a mis quehaceres hasta altas horas anoche. Anhelo pasar estos días a tu lado, empezando hoy y continuando mañana. El lunes, regresaremos a nuestro hogar".
Josué: "Mi amor, acepto con alegría tu propuesta".

Tras un exquisito desayuno en la cama, nos aventuramos hacia Granada, la ciudad natal de Johanne. El viaje fue en sí una odisea de risas compartidas mientras observábamos el mundo exterior. Exhausto, reposé en su hombro mientras nuestro periplo nos llevaba por recónditos rincones.

Josué: "Mi amor, ¿cómo prosperan tus estudios?"
Johanne: "Amor mío, hoy no quiero reflexionar sobre eso. Solo deseo sumergirme en la felicidad de nuestros días juntos".
Josué: "Lo comprendo, dejemos atrás tales preocupaciones".

Recorrimos la ciudad en bicicleta, degustamos helado, fuimos a bailar y disfrutamos hasta que la noche nos abrazó. Antes de regresar al hotel, Johanne me reveló su felicidad ante un día que calificó de muy especial.

Josué: "Mi amor, este día ha sido magnífico. De todos los que he vivido, este destaca con luz propia. Deseo fervientemente que este deleite no concluya".
Johanne: "Me llena de dicha que lo valores. Mañana será aún más memorable, pues será domingo".
Josué: "Regresaremos a casa el lunes, si no me falla la memoria".
Johanne: "Exactamente. Y, en casa, aguarda una sorpresa".

De vuelta al hotel, nuestros cuerpos ardían de pasión. No obstante, un recuerdo del pasado me asaltó, oscureciendo mi ánimo.

Josué: "¡No!"
Johanne: "¿Qué sucede, mi amor? ¿No estás preparado?"
Josué: "Te pido perdón, amor mío. Un recuerdo desagradable asaltó mi mente. Me siento indigno de compartir mi ser contigo".
Johanne: "No te inquietes, cariño. Concedámonos el tiempo que necesitamos. Nuestro amor va más allá de la carne".

Tras abrir mi corazón, llegamos a un entendimiento. Mi mente halló paz, finalmente liberada de los fantasmas que la atormentaban.

La noche se deslizó y la mañana nos trajo un exquisito desayuno en la cama. Luego, nos adentramos en una romántica travesía en barca por un sereno río. Johanne, con su guitarra, llenó de música nuestra travesía, y juntos, entonamos melodías que sellaron nuestro vínculo aún más fuerte.

Josué: "Desearía que este momento se eternizara".
Johanne: "Mis deseos coinciden con los tuyos, pero no olvides que en casa una sorpresa te aguarda".
Josué: "Mi cumpleaños se avecina, y sé que en casa me espera algo inolvidable. Este es, sin duda, el mejor momento de mi vida".

Por fin, llegó el momento ansiado. Luego de tanto esperar, el deseo nos consumió y, juntos, nos entregamos apasionadamente.

Johanne: "¿Te sientes preparado para esto?"
Josué: "Supongo que sí".
Johanne: "Deseo que estés completamente seguro".
Josué: "No permitiré que mi pasado me atormente".
Johanne: "Tu valentía me emociona".

El acercó sus labios a los míos con determinación. La pasión ardía entre nosotros mientras nuestras manos exploraban territorios desconocidos. Susurros y gemidos llenaron la habitación, y en medio de esa sinfonía de amor, el placer nos envolvió.

Johanne: "¿Cómo te sientes?"

Josué: "Estoy bien. ¿Y tú?"

Johanne: "Excelente."

Una sonrisa brilló en su rostro, y, exhaustos pero plenos, descansamos, nuestras figuras entrelazadas en el lecho. Y mientras caía en un sueño reparador, él se quedó contemplando mi belleza, sus dedos jugando enredados en mi cabello.

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El secreto de Josué.
Gracias por llegar hasta aquí amigos ,
Espero me acompañen
Este domingo 18 de Agosto
Para el Gran Final.