**Capitulo 58: Desafío de Esperanza **

38 6 3
                                    


Después de una noche de lucha interna, Josué se encontraba en ese oscuro y triste lugar, donde las almas atormentadas buscaban una salida a su sufrimiento. Observó a las personas a su alrededor, reflejos de dolor y desesperanza en sus ojos. Se preguntó por qué no podían liberarse de un mundo tan cargado de sufrimiento.

Encerrado en su cuarto acolchonado, Josué había golpeado las paredes en busca de algún resquicio de alivio. Luego, dos enfermeros lo llevaron a otra sala donde se quedó solo, reviviendo los momentos dolorosos de su pasado. La noche pasó lentamente, dejando espacio para un nuevo día lleno de luz.

El amanecer trajo consigo un poco de alivio y la oportunidad de salir al patio. Allí, se encontró con otros pacientes, cada uno lidiando con sus propias batallas internas. Josué entabló conversación con un chico que luchaba con una adicción. Más adelante, conoció a otro joven que compartía sus propios pensamientos de escape.

A medida que hablaba con otros pacientes, Josué descubrió la cruda realidad de ese lugar. El sistema no ayudaba, sino que empeoraba las condiciones de aquellos que buscaban desesperadamente una vía de escape. Había historias de padres que rechazaban a sus hijos, chicos electrocutados en intentos de cambiar su orientación sexual y un sistema que no entendía ni apoyaba a quienes estaban allí.

Una joven, Johanna, se convirtió en su apoyo en este oscuro lugar. Josué se abrió con ella, compartiendo sus pensamientos, su dolor y su historia de rechazo. Johanna lo escuchó con empatía y le brindó consejo. Con el tiempo, comenzó a encontrar un destello de esperanza en medio de la oscuridad.

A medida que pasaban las semanas, Josué recibió visitas de sus amigos, su novio y su hermano. Estas conexiones con su pasado le recordaron que aún tenía personas que lo amaban y lo apoyaban. Una noche, en un sueño, se encontró con su abuela en un bosque. Su abuela le habló de paz y consuelo, y Josué encontró fuerzas para enfrentar su dolor.

Con el apoyo de Johanna y sus seres queridos, Josué comenzó a sanar. Las semanas pasaron y mostró mejoras en su estado mental. En conversaciones con Johanna, aprendió a aceptar la pérdida y el rechazo, y a encontrar su camino hacia la recuperación. Poco a poco, el dolor comenzó a ceder y la esperanza se abrió paso.

Un día, Josué decidió tomar las riendas de su destino y escapar de ese lugar. Saltó el muro y huyó a través de los montes hasta llegar a la carretera. Allí, un hombre llamado Wilber se ofreció a llevarlo. Aunque Wilber lo llevó a un lugar desconocido, Josué se sintió cada vez más ansioso por su seguridad.

Wilber lo llevó a una finca remota, y Josué sintió que había caído en una trampa. Hombres lo rodearon, y el temor lo invadió. Wilber reveló sus intenciones: usar a Josué para saldar sus deudas. Josué, angustiado, intentó escapar de nuevo, pero esta vez la situación se volvió más amenazante.

Dentro de la finca, Josué conoció a Eugenio, quien compartió su propia historia de sufrimiento y explotación. Juntos, compartieron sus penas y temores, formando un vínculo en medio de su adversidad. La lucha por sobrevivir los unió aún más.

Josué decidió que no permitiría que su destino fuera decidido por otros. Su valentía y determinación lo llevaron a un punto de quiebre en el que decidió que era hora de enfrentar a sus captores y buscar su libertad.

Esos hombres me agarraron y me llevaron a un cuarto en su finca
Yo grité como pude
Y llore ,
Había un chico dentro de
Ese lugar 
Su nombre era Eugenio ,
Yo grité todo lo que pude
Y el me decía .
- Si sigues gritando te golpearán
Yo quise hacerlo hace 5 meses
Pero me silenciaron ,
Quise escapar
Pero no pude .
Me tienen atrapado aquí
Quieren que de placer a otros con mi cuerpo,
Y me llevan a sus fiestas donde hay sexo y drogas .
Josué : Yo no quiero terminar así .

El secreto de Josue Donde viven las historias. Descúbrelo ahora