**Capitulo 39: Te quiero decir la verdad**

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La danza de dos almas se desplegaba en el silencio de la noche, giros y vueltas que seguían el compás de una melodía suave, mientras la música envolvía sus corazones. Los recuerdos del pasado, oscuros y pesados, parecían disiparse en cada giro, dejando espacio para un nuevo comienzo.

Finalmente, sus pasos encontraron reposo, y la última nota de la canción resonó en el aire como un suspiro. Miradas cargadas de sentimientos encontrados se cruzaron entre ellos, como si cada palabra no dicha quedara suspendida en el ambiente.

"Te quiero, amor," confesó Johanne, sus ojos expresando una mezcla de esperanza y vulnerabilidad.

Josué respondió con suavidad, sus labios formando las palabras que tanto anhelaba expresar, "Bueno, amor. Yo igual te quiero."

Johanne condujo a Josué a un taxi que los llevaría a sus destinos respectivos. Sin embargo, en la penumbra, una figura solitaria observaba la escena con ojos llenos de un dolor profundo. Elizabeth había decidido enfrentar su pasado, y aquel encuentro con su hijo le había dejado un sabor agridulce en el corazón.

Después de dejar a Josué, Johanne regresó a casa, sin inmutarse por la presencia de Elizabeth. Los caminos de ambos se cruzaron, pero la distancia entre ellos era palpable, como si los secretos y las sombras que los rodeaban fueran barreras insuperables.

Mientras tanto, Nayeli, atrapada en el torbellino de sus pensamientos y recuerdos, anhelaba liberarse del peso de la verdad. No podía escapar de la oscuridad que había manchado su vida y la de otros. Decidió que era hora de hablar con Josué, de enfrentar la realidad que habían compartido en secreto.

Josué, ajeno a los dramas que se desplegaban a su alrededor, regresó a su hogar. Neftalí lo esperaba afuera, listo para compartir sus propias preocupaciones y deseos. Mientras cocinaban juntos, la conversación fluyó, y Neftalí confesó sus sentimientos por una chica en su carrera. Josué lo alentó con palabras de amistad y apoyo, deseándole la felicidad que merecía.

En otro rincón de la ciudad, Elizabeth había accedido a una reunión con Reynaldo en un restaurante. Entre pláticas y confesiones, las heridas del pasado resurgieron, mostrando las cicatrices que el tiempo no había borrado por completo. Sus vidas habían seguido caminos separados, pero las huellas del pasado seguían siendo tangibles.

Mientras tanto, la incertidumbre en la vida de Josué y Neftalí comenzaba a ceder, dejando espacio para un futuro más claro. Amigos, cómplices y confidentes, sus conversaciones giraban en torno a los sueños y deseos que compartían. Un sentimiento de aceptación y apoyo mutuo les recordaba que, a pesar de las sombras, siempre tenían a alguien en quien confiar.

Con el amanecer, nuevos desafíos aguardaban. Josué se encaminaba a la universidad, donde enfrentaría no solo sus estudios, sino también a aquellos que buscaban mantenerlo en un juego peligroso. Entre conversaciones y amenazas, un encuentro con su oscuro pasado dejaba en claro que no podía escapar de la verdad por mucho más tiempo.

Cada personaje, con su propia carga de secretos y deseos, avanzaba en este intrincado baile de la vida. En cada encuentro y en cada palabra, se tejía una red de relaciones y emociones que los llevaría a un enfrentamiento inevitable con sus demonios internos. Las sombras del pasado se resistían a ser ignoradas, y el destino de todos estaba entrelazado en un juego de revelaciones y decisiones que determinaría el curso de sus vidas.

El secreto de Josue Donde viven las historias. Descúbrelo ahora