Mientras el problema se cernía sobre ellos, Josué suplicó, "Por favor, no les digas nada. Solo quiero ser libre. A mí me vendieron aquí, y solo quiero ir a casa."
Pero la respuesta fue colda, "Eres lo mejor que hemos tenido, y te necesitamos aquí."
Josué, desesperado, insistió, "Por favor, no digas eso."
El tono se volvió más amenazante, "No diré nada, pero lo que has hecho es malo y un atrevimiento hacia mí."
Josué pidió perdón, "Perdona, pero ya no quiero estar en este lugar."
"Simplemente vete a tu habitación y quiero a otro niño para disfrutar", se ordenó.
Josué obedeció, saliendo de la habitación, solo para encontrar a Eugenio llorando en la suya.
Inquieto, Josué preguntó, "¿Qué te pasa? ¿Ha ocurrido algo malo?"
Eugenio respondió, angustiado, "Pienso en la libertad y la prosperidad. No quiero seguir aquí. Los hombres nos tratan como basura."
Josué compartió su propia experiencia, "Hoy, mi primera experiencia fue horrible con ese hombre."
Eugenio advirtió, "Y vendrán cosas peores para ti, amigo. Mírate, estás empezando, y yo llevo mucho tiempo aquí. Piensan llevarnos a una orgía mañana. Un hombre contrató a 8 chicos, y el jefe te eligió a ti."
Josué exclamó, temeroso, "¿Qué? Yo no quiero ir."
Eugenio suspiró, "Eso es lo que yo quisiera decir."
A medida que la noche avanzaba, la tensión crecía, y Neftalí finalmente estalló en lágrimas y gritos. Johanne y Marcelo llegaron apresuradamente.
Johanne preguntó a Josué, preocupada, "¿Qué te ha dicho?"
Josué tartamudeó, "Me vendieron a un prostíbulo. Están haciendo daño a Josué. No quiere seguir aquí, necesita ayuda."
Las lágrimas inundaron los ojos de Johanne, "Josué debe estar en un estado terrible. Oh Dios mío, mi amor está sufriendo horrores en ese lugar."
Marcelo decidió, "Hagamos algo, vamos a la policía."
Samantha agregó, "Él sonaba realmente mal."
Neftalí compartió la información con la policía, que comenzó una búsqueda frenética. Mientras tanto, Josué dormía, temiendo lo que sucedería en esa fiesta.
Finalmente, llegó el amanecer. Todos se levantaron, realizando sus rutinas matutinas. Josué y los otros seleccionados fueron preparados para la fiesta que se avecinaba.
El jefe anunció, "Hoy ganarán más dinero del que jamás han soñado. Y tú, novato, eres la carne fresca para Don Bosco."
Josué bajó la mirada, luchando contra su creciente desesperación. Bosco Mejía había llegado y, al ver a Josué, comentó lascivamente, "Está hermoso y tiene un buen cuerpo. Espero que aguante."
Josué compartió su verdadera historia, "No quería estar aquí. Quiero ir a casa. Un hombre me secuestró y me vendió a ese hombre, el jefe. Desde entonces, mi vida es un calvario."
Bosco, sorprendentemente, respondió, "Me gustan los chicos que están dispuestos, no los que están tristes. Pero he comprendido tu situación. Te ayudaré."
En otro lugar, Johanne lloraba, sintiéndose impotente. La policía investigaba cerca del psiquiátrico donde Josué había escapado.
El oficial les informó, "El chico escapó de este lugar y tomó un auto que creía que lo ayudaría, pero fue secuestrado."
Neftalí, con determinación, dijo, "Él está en un burdel, sufriendo. Queremos ayudarlo."
Johanne trató de consolar a Neftalí, "Cálmate. Esperemos que Dios lo saque de allí."
Marcelo compartió su miedo, "Me preocupa mi hermano. Tengo miedo de perderlo."
Mientras la fiesta avanzaba, Josué observaba impotente. Eugenio estaba con un hombre, sufriendo en silencio.
Josué prometió a sí mismo, "No te preocupes, Eugenio. Tú y yo saldremos libres hoy, lo juro."
La fiesta continuó, pero Bosco tenía un plan. Josué escuchó sus palabras, "Enviaré alcohol con drogas para que aquellos que abusen se desplomen, se vistan y se vayan de aquí. Espero no tener problemas con tu jefe después. Haré todo lo posible por ser la víctima."
Josué respondió con gratitud, "Dios te lo recompensará."
Entonces, la noche pasó, y todos aguardaron ansiosamente el momento de la liberación.
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El secreto de Josue
Jugendliteratur"El Secreto de Josué" nos sumerge en la vida de un joven apuesto e ingenioso llamado Josue Castillo, cuyo hogar se ubica en las afueras de una tranquila residencial. Allí, su abuela María se ocupa de las labores del hogar con dedicación. Sin embargo...