**Capitulo 14: Secretos Revelados**

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Mientras Josue estaba en su aula con Saraí, la emoción por su encuentro con Johanne lo tenía nervioso. Compartió con Saraí cómo se conocieron y cómo ese encuentro vergonzoso quedó grabado en su mente.

Saraí: (emocionada) ¡Qué lindo! ¿Crees que pase algo mágico hoy?
Josue: (inseguro) No lo sé, Saraí. Supongo que solo fue un accidente.

Llegó el momento de la salida y Josue notó a Johanne esperándolo al final del pasillo.

Saraí: (entusiasmada) ¡Mira, Johanne te está esperando!
Josue: (nervioso) Sí, es cierto. No entiendo cómo dio conmigo.

Mientras caminaba hacia Johanne con Saraí, Antoine apareció levantando los pulgares en señal de aprobación.

Antoine: (jovial) ¡Buena suerte, Josue! ¡Diviértanse!
Josue: (sonriendo) Gracias, Antoine.

Saraí se despidió y Josue continuó su camino hacia Johanne.

Johanne: (sonriendo) Hola, Josue. Lamento la sorpresa, solo quería encontrarte.
Josue: (nervioso) ¡Hola, Johanne! No te preocupes, solo no esperaba esto.

Caminaron juntos, charlando sobre sus vidas y compartiendo detalles personales.

Johanne: (curioso) ¿De dónde eres?
Josue: (tímido) Vivo en la Residencial Las Mercedes, pero es un poco lejos.
Johanne: (comprensivo) Oh, yo vivo en Residencial Linda Vista. Mi familia está en España, así que vivo solo. No tengo mucha familia ni amigos cercanos.
Josue: (empático) Yo también vivo con un primo, pero mis padres están en el extranjero. Solo tengo unas pocas amistades aquí.

La conversación continuó y Johanne elogió los ojos de Josue, quien se sintió halagado. Con el tiempo, la charla se volvió más íntima.

Johanne: (curioso) ¿Alguna vez has tenido pareja?
Josue: (pensativo) Sí, y tú?
Johanne: (nostálgico) Sí, pero mi relación terminó cuando él eligió a una chica en lugar de a mí. Es una larga historia.
Josue: (pensando) (Es como yo...) Yo también tuve una relación que terminó mal. Él me dejó por otro chico y... bueno, fue un momento muy difícil. Terminé en un hospital psiquiátrico por eso.
Johanne: (sorprendido) Lamento escuchar eso. Es duro pasar por situaciones así. Quizá podamos hablar más sobre eso en otro momento.

Finalmente, Josue tuvo que irse a casa para hacer tareas. Johanne le propuso verse al día siguiente.

Johanne: (sonriendo) Tal vez nos vemos mañana. ¿Qué dices?
Josue: (contento) Sí, me parece bien. Hasta luego, Johanne.
Johanne: (amistoso) Hasta luego. Cuidate.

Josue caminó a casa mientras reflexionaba sobre sus encuentros. A pesar de la emoción, los viejos recuerdos de dolor y rechazo regresaron a su mente. Recordó esas palabras amargas y traumáticas que una vez le dijeron, así como el intento de suicidio que lo llevó al hospital psiquiátrico.

Josue: (resuelto) Esta vez no dejaré que eso vuelva a suceder. Aprenderé de mis errores y seré más fuerte.

Mientras tanto, en la casa de Doña Socorro, Doña María estaba enfrascada en una conversación con Elizabeth. Las tensiones y secretos familiares salieron a la luz, dejando a Josue confundido al entrar a la habitación.

Josue: (preocupado) ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué están así?
Doña Socorro y Doña María quedaron atónitas ante la llegada repentina de Josue, quien buscaba respuestas.

Josue: (insistente) ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué parecen tan incómodas?
Doña María: (nerviosa) Josue, cariño, es un asunto complicado.
Josue: (confundido) ¿Un asunto complicado? ¿Qué significa eso? ¿Por qué Elizabeth está en la pantalla?

Doña Socorro y Doña María intercambiaron miradas nerviosas, tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicar la situación.

Josue: (preocupado) ¿Elizabeth? ¿Qué haces aquí? ¿Qué pasa?

Doña María finalmente encontró el valor para hablar, revelando la conexión entre Elizabeth y Josue.

Doña María: (conmovida) Josue, ella es tu madre, Elizabeth.

El secreto de Josue Donde viven las historias. Descúbrelo ahora