**Capitulo 36: Encuentros y Encrucijadas**

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Los primeros rayos del sol iluminaban la ciudad, revelando un nuevo día lleno de incertidumbre. María, tras un baño reparador, se preparó para un encuentro que había esperado durante años. Mientras tanto, Josué estaba listo para enfrentar otro día en la universidad, aunque el peso de las revelaciones seguía hundiéndose en su interior.

Antes de partir, Josué cruzó palabras con María. "¿Cómo sigues?", preguntó ella, preocupada. "Aún siento la herida", admitió Josué. "Fue difícil escuchar la verdad, mamita", continuó, "pero sé que con el tiempo sanará. No estoy molesto, solo lastimado". Con un abrazo silencioso, María y Josué compartieron un momento de comprensión antes de que él partiera hacia la universidad.

Neftalí también inició su día, sumido en sus propios pensamientos. Se preparó en silencio, sin cruzar palabras con su madre ni su recién descubierta hermana. Luego, abordó un taxi que lo llevaría a cumplir con sus responsabilidades.

Samantha, atendiendo a sus deberes académicos, partió hacia la universidad. La mañana avanzaba, y María, con una mezcla de nerviosismo y esperanza, se dirigió al lugar donde se encontraba Elizabeth. Cada paso estaba lleno de emociones, preguntas y deseos acumulados durante años.

En la universidad, Josué se encontró con Saraí, quien notó la preocupación en su rostro. "Johanne estuvo aquí", comentó Saraí, "parecía inquieta por ti. ¿Pasó algo malo?". Josué, intentando restarle importancia, respondió: "No, solo un mal comentario. Me fui sin despedirme de ella, tal vez eso la preocupó".

Mientras tanto, en la casa de Elizabeth, María tocó la puerta y fue recibida por la señora del servicio. Se encontraba en un bonito barrio, rodeada por la tensión de la espera. Con el corazón latiendo con fuerza, cruzó el umbral de una nueva fase en su vida.

Johanne, por su parte, ingresó al aula de Josué y, al no encontrarlo allí, salió en busca de él. Finalmente, lo encontró y lo abordó. "¿Qué pasó, amor? Estuve ansioso toda la noche", preguntó preocupado. Josué, cediendo a su angustia, compartió: "Solo un mal comentario con la señora de servicio, nada más. Me afectó más de lo que pensé". Johanne, comprendiendo la profundidad del impacto, lo abrazó y lo consoló.

Mientras tanto, en la universidad, Louis hizo su entrada y saludó a Josué y Johanne. "Hola amigos, ¿cómo están? Hacía tiempo que no nos veíamos", expresó. Josué respondió sorprendido: "Hola, sí, ha pasado un tiempo". Louis compartió sus planes para el festival, dejando caer que realizaría una presentación. Johanne, intrigado, indagó: "¿Qué vas a hacer?". Louis, con confianza, anunció: "Voy a rapear, es algo que me gusta". Josué, tomando un atrevido impulso, expresó: "Yo también quisiera participar". Louis le ofreció ayuda y, con una mirada cargada de determinación, Josué aceptó: "Sería grandioso". Tras despedirse, Josué sintió que esta podría ser su oportunidad.

De regreso en la casa de Elizabeth, María y su hija comenzaron a hablar. Elizabeth la recibió con gratitud, pero el pasado no se desvanecía fácilmente. María se emocionó al ver a su hija después de tantos años. "Hija, cómo te he extrañado", susurró mientras las lágrimas caían. Elizabeth expresó su perdón, compartiendo que había luchado y superado muchas adversidades para llegar hasta allí.

La conversación se volvió más profunda. Elizabeth mostró fotos de su familia y habló de sus logros. María, a su vez, sacó un álbum de fotos y compartió con su hija los momentos que había atesorado, las pequeñas victorias y desafíos que habían forjado su relación con Josué.

El tema de Josué surgió nuevamente, y Elizabeth planteó una propuesta inusual: que María viajara con ella a Panamá. La madre se debatía entre el amor por su hija y la responsabilidad hacia Josué. Un diálogo tenso se desplegó, con María sopesando la propuesta y Elizabeth intentando persuadir. El chantaje emocional estuvo presente, pero María recordó que el amor no debía ser manipulado. Finalmente, acordaron tomar tiempo para pensar.

Josué y Johanne, en la cafetería, compartieron sus inquietudes y sentimientos. El día avanzó mientras ellos hablaban de sus preocupaciones y esperanzas, buscando la manera de afrontar el futuro juntos.

El destino de María y su decisión quedaron en pausa, así como las esperanzas de Josué en el festival que se avecinaba. En esta encrucijada de relaciones y secretos, cada uno buscaba encontrar su camino en un mundo de emociones entrelazadas.

El secreto de Josue Donde viven las historias. Descúbrelo ahora