Josué, ensimismado ante la ventana, recibió la inesperada visita de Johanne.
Johanne: "Amor, ¿cómo transcurren tus días?"
Josué: "Poco a poco, me alivio. Pero el reciente tormento ha eclipsado la pena por la partida de mi abuela."
Johanne, con su dulzura, intentó consolarlo: "Recuerda que tu abuela descansa en el cielo, velando por ti."
Josué, en su tristeza, cuestionó: "Sé que es así, pero no logro entender por qué su partida fue tan abrupta."
Johanne entregó su celular: "Aquí tienes tu teléfono. Tu abuela hizo mucho por ti, incluso en sus últimos suspiros."
Josué, agradecido, respondió: "Ella fue más madre para mí de lo que aquella que me abandonó jamás quiso ser. A veces, me invade el deseo de visitarla."
Johanne, preocupada, indagó: "¿Realmente estás preparado para buscar a tu padre? Quizás este no sea el momento adecuado."
Josué persistió: "Necesito respuestas. Quiero saber si él tiene el deseo de conocerme."
Johanne compartió sus sueños: "Amor, tengo planes y sueños para nosotros. Deseo que vivamos juntos, que después de nuestros estudios encontremos trabajo y compartamos cada paso. Incluso he considerado la posibilidad de adoptar a un bebé, aunque aquí en Nicaragua eso pueda resultar complicado."
Josué reflexionó sobre esta idea: "Suena como un futuro hermoso a tu lado."
Descendieron juntos, y la tarde transcurrió en conversaciones sobre los misterios acontecidos durante su ausencia. La noche llegó, y Josué, al observar las estrellas, dejó escapar un suspiro.
Josué musitó para sí mismo: "Está permitido soñar..."
Dormir junto a Johanne le brindó consuelo, aunque las pesadillas seguían atormentándolo. Johanne lo despertó con cariño.
Johanne: "Mi amor, ¿qué te inquieta?"
Josué, aún sobresaltado, respondió: "Fue solo una pesadilla."
Johanne, con ternura, lo reconfortó: "Ya pasó, vuelve a dormir. Mañana será un día nuevo."
Josué volvió a cerrar los ojos y se sumió en un sueño intranquilo. Cuando amaneció, el sol iluminaba su habitación. Se levantó y preparó el desayuno para todos. Mientras cocinaba, Neftalí, su amigo leal, mantuvo una conversación con él.
Neftalí: "Te admiro, amigo. No sé si habría resistido lo que viviste. Intentaste huir, pero aquí estás, gracias a la gracia de Dios."
Josué reflexionó: "Dios nunca me abandonó ni me desamparó."
La llegada de Marcelo, su hermano apenas conocido, interrumpió la conversación.
Marcelo: "¿Cómo amaneciste, hermano?"
Josué respondió con una sonrisa: "Mejorando, hermano. Me alegra tenerte aquí. Mañana planeo pasar el día contigo. Quiero que me lleves a ver a nuestra madre."
Marcelo asintió: "Está bien, pero, ¿por qué deseas verla?"
Josué reveló sus motivos: "Necesito respuestas a preguntas pendientes."
Más tarde, amigos y amigas llegaron para visitarlo. La reunión fue emotiva, y Josué abrazó a Nadir, quien se había ausentado por un tiempo.
Nadir: "Sufrí en silencio por lo que viviste. Lamento no haber estado a tu lado."
Idania, Guissel, Saraí, Antoine y Nadir expresaron su alegría por verlo de nuevo.
La idea de visitar a la madre biológica de Josué surgió durante la conversación, y Josué y Marcelo tomaron un taxi para enfrentar su pasado.
Elizabeth, su madre biológica, se mostró inicialmente reacia a hablar. Sin embargo, la conversación sacó a relucir los oscuros secretos de su pasado y los motivos detrás de su abandono.
Josué: "¿Por qué me odias tanto?"
Elizabeth: "Mi vida estaba en ruinas. No pude perseguir mis sueños. El hombre que me lastimó desapareció."
Josué preguntó: "¿Fue mi culpa?"
Elizabeth compartió sus luchas: "Tu llegada cambió todo. Tuve que hacer lo inimaginable para sobrevivir."
Josué reflexionó sobre su abuela y la comprensión de su madre adoptiva hacia él.
Josué: "Mi abuela fue más madre para mí. Dijo que soy el único que nunca la decepcionó."
La conversación reveló las cicatrices profundas en el pasado de Josué y su deseo de sanar y entender.
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El secreto de Josue
Teen Fiction"El Secreto de Josué" nos sumerge en la vida de un joven apuesto e ingenioso llamado Josue Castillo, cuyo hogar se ubica en las afueras de una tranquila residencial. Allí, su abuela María se ocupa de las labores del hogar con dedicación. Sin embargo...