PRECIOSO PATÁN *V-HOPE OMEGAVERSE*

Hermoso

(Pov Hoseok)

Había sido una semana hermosa, donde Taehyung llegaba temprano a casa, me atendía, me llenaba de mimos, dormía junto a mi y al despertar mi desayuno aguardaba en la mesa de la cocina.

Todo parecía marchar bien de nuevo en casa.

Algunas veces me encontré preguntandome que había hecho para merecer a un alfa tan bueno. Aunque antes hubiera sido un completo patán.

Ahora Taehyung estaba en la cocina, preparando la comida antes de regresar al trabajo.

Suspiré tomando la ropa sucia del cesto, bajé al centro de lavado y antes de entrar escuché el celular de Taehyung sonar.

-Habla, Taehyung.- contestó él y me sentí un poco estúpido porque pensé que podría escuchar su llamada, pero hablaba en inglés y no entendía un carajo.

Aunque, no debería siquiera pensar en espiar a mi alfa mientras atiende una llamada, el hecho de que la conteste en casa, sabiendo que puedo escuchar, me debería quitar toda duda de encima.

Seguí mi camino al centro de lavado cuando escuché él grito de Taehyung, tenía que regresar al trabajo.

Dejé la ropa y llegué hasta él lo más rápido que pude.

-No deberías correr, Hobi, podrías dañar al bebé.- Taehyung me tomó por la cintura y me beso lentamente.

Yo envolví su cuello y me dejé llevar por él calor de su cuerpo. Y pensar que apenas ayer habíamos hecho el amor.

-Por cierto, feliz cumpleaños.- abrí los ojos al tope.

-¿Cumpleaños?- me señalé sin entender ¿era mi cumpleaños?

-Ayer fue diecisiete de febrero, así que hoy es tu cumpleaños.- mi mente estaba en blanco.

¿Cuantos años siquiera cumplía?

-¿Cómo lo supiste?- pregunté aún intentando recordar mi edad. Eso de no celebrar cumpleaños era un lío.

-Tengo mis formas. Me voy.- dejó otro beso en mis labios, acarició mi cabello y salió de la casa.

Sonreí enorme y cubrí mis labios. Taehyung estaba cambiando, que alegría.

Regresé a mis labores cuando un dejavu llegó a mí, pronto me encontraba pensando en qué había pasado con aquella nota.

Recordaba haberla visto caer, iba a recogerla cuando mi vientre dolió y entonces dejé caer la camisa encima.

Pero la ropa de aquella vez la había doblado al día siguiente y Taehyung la había lavado.

La nota, la tenía él.

Subí corriendo los escalones. Un poco de sudor recorría mi frente y sien, ¿por qué corría?, ¿por qué esa nota me causaba tanta incertidumbre?

Me detuve frente a mi habitación y entré. Otro dejavu cuando recordé aquella vez donde descubrí las fotos de Kai.

No quería descubrir algo similar, ni siquiera quería encontrar la nota, pero mi cuerpo se movía sólo.

Hice un desastre en el cuarto, la ropa de mi alfa estaba por todo el sueño, cama y entrada. Fue cuando de un pantalón café cayó la tan anhelada nota y junto a ella una pequeña caja.

Miré ambas cosas por un largo rato, pensando en qué palabras estarían escritas, qué habría dentro de la caja y como debería reaccionar ante ello.

Un pequeño mareo me invadió, veía borroso. No debería dar tantas vueltas. No encontraré nada malo, me repetía un y otro vez.

Levanté la nota y la desdoble, una, dos y tres veces antes de ver una caligrafía fina y fluida.