N'oublie pas

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(Pov Narrador)

Taehyung golpeó el volante con impaciencia. Justo ahora, justo hoy y justo en esta calle había un maldito tráfico del demonio debido a un accidente.

Los nervios estaban consumiendo el cuerpo del alfa. Mirando por el retrovisor, su omega sudaba, pero seguía inconsciente. Su pantalón deportivo estaba bañado en fluidos.

Le ponía aún más los pelos de punta el que su omega parecía muerto a sus espaldas.

-¡Mierda, muévete estorbo!- Taehyung rebasó un camión y se metió en el camino de un convertible.

Se escuchaban los claxon afuera, los insultos y demás, pero le importaba un carajo. Su bebé iba a nacer y no lo haría en la parte trasera del carro, era insalubre y riesgoso. Tanto para su hijo como para su omega.

-Resiste, Hobi, ya casi llegamos.- su vista dejó la calle para mirar a su pareja.

Hoseok estaba pálido, sudado y su delgado cuerpo tenía pequeños temblores.

Taehyung gritó con desesperación, lágrimas pesadas caían en su regazo mientras él, con la vista fija al camino y las manos apretadas sobre el volante, esquivaba carros, camiones, peatones y tal vez se pasaba algunos altos peligrosamente.

-Hobi, despierta.- rogaba mientras metía el auto al estacionamiento del gran hospital.

A manos torpes, con ojos llorosos, salió, tomando al omega en brazos y sin asegurar el auto corrió hasta el ascensor subterráneo.

Uno, dos, tres pisos y la gran caja de metal se abrió dejando ver un largo pasillo lleno de personas, enfermeras y niños.

-¡Ayuda, por favor. Mi esposo está por dar a luz!- su voz sonó desesperada, gritos desgarradores. Las miradas cayeron sobre él.

Varias enfermeras dejaron sus tareas para correr y auxiliar al sudado alfa que lloraba, gritaba y cargaba en sus brazos a un inconsciente chico embarazado.

Una camilla fue traída. Taehyung fue detenido antes de entrar a la sala donde su bebé nacería.

-Tengo que estar con él. Déjeme ir.- rogó el alfa.

-Necesitamos de su ayuda para llenar los formularios, joven. Cálmese y acompáñeme. Su esposo está en buenas manos.- la enfermera pidió amablemente.

Taehyung miró una última vez las puertas de cristal y acompañó a la chica.

Cuatro largas horas habían pasado, nadie había hablado con él, las enfermeras a las que había preguntado le habían dicho que esperara; había sido media hora desde la última vez que lo hizo.

Su celular vibró. Sin mirar el nombre, respondió.

-Habla, Taehyung.- respondió con voz cansina.

-¿Dónde te metiste toda la tarde, Tae? Necesito que vengas, tenemos algo que hablar.- la chica en línea se quejó.

-Creo que ha sido suficiente, hemos hecho cosas que no debíamos, muy malas, estoy harto de todo.- Taehyung suspiró.- dejémoslo. Adiós Hyuna.-

-¿Estas jodiendome?-

Taehyung colgó antes de escuchar más y arrepentirse. Había sido suficiente. Ahora que su omega y su hijo lo necesitaban no podía seguir con aquello.

Aún seguía pensando en porqué lo hizo, cuál había sido la razón por la que comenzó con ello. En el fondo sabía la respuesta, pero todo era inútil si no veía futuro.

PRECIOSO PATÁN *V-HOPE OMEGAVERSE*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora