Namjoon

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(Pov Hoseok)

- Despierta.- me removí en el incómodo asiento del autobús, mi cuello y espalda dolían. Mi cabeza reposaba en la ventana y seguramente había tomado una mala posición al dormirme.

- ¿Dónde estamos?- estaba somnoliento, mi voz salió ronca. Tal vez fue el sueño, pero me atreví a preguntar al Alfa que me miraba sin expresión.

- No te importa. Levántate.- respondió serio. Lo vi salir del autobús y me levanté como pude.

Mi suéter se atoró con el filo del asiento, jale repetidas veces la prenda, sin éxito. Volteé con desesperación viendo como aquel hombre me dejaba atrás, entré en pánico al ver que no conocía aquel lugar, jale más fuerte una y otra vez hasta que la prenda se rasgó y mi cintura se golpeó con el otro asiento.

Por la adrenalina del momento volteé y mi vientre rozo con el filo del mismo asiento. Suspiré, tratando de calmar mi acelerado corazón.

- Te dejan atrás, primor.- el conductor me miraba con una sonrisa ladina.

- Lo sé.- susurré y tomando mi bolsa salí tras aquel desconsiderado Alfa.

Seguía siendo de noche, el frió calaba, me dolían los dedos de las manos y me abrace a mi mismo en un intento de conseguir calor.

Una enorme construcción empezó a divisarse entre montones de arena. Suspiré mirando el hálito que salía de mi boca. ¿A cuántos jodidos grados estamos?
Temblé. Taehyung sacó su celular y marcó a alguien. No escuché su conversación por puro respeto, pero estaba muerto de miedo.

- Escucha. Vendrán por nosotros, no hables, no preguntes y por la mierda ya deja de temblar.- el movimiento en mi cuerpo se detuvo, mis ojos se abrieron de par en par ante la irritación presente en su voz.

Aunque no tenía tanta resistencia y ya que mi cuerpo había sido abruptamente interrumpido en su proceso de calentamiento, mis dientes empezaron a castañear.

-¡Joder!- gruñó Taehyung. Brinque en mi lugar consiguiendo tener hipo.

Una camioneta último modelo venía por el camino de tierra comprimida, se estacionó frente a nosotros. Un chico pelinegro nos miró desde dentro, era moreno, ojos filosos, labios gruesos y nariz respingada.

- RM.- Taehyung lo saludó con un choque de manos.- tanto tiempo, hermano.- la sonrisa del rubio era natural, muy hermosa.

- ¿Tú chico?- el moreno me miró por sobre el hombro de Taehyung con una sonrisa de hoyuelos. Hipé.- es adorable.-

- No. Un rehén. Mataron a mi padre y a Jong-In.- pronto la voz de Taehyung se volvió sombría. ¿Un rehén?

- Lo siento, hombre. Suban.- Taehyung asintió y me miró.

- Sube, irás al medio. Ya sabes que, no debes hacer.- susurró lo último entre dientes y me empujó por la espalda hasta el otro lado.

Me subí con dificultad a la camioneta, me dolía la cintura y me gruñía el estómago. Moría de hambre.

Este hombre olía a menta y chocolate. Un Alfa.

El moreno me miró y sonrió, sonrisa que se borró. Empezó a olfatear el aire para después acercarse a mi cuello y olfatear. Mi cuerpo tembló.

- Huele dulce, ¿está en espera?- Taehyung cerró la puerta y lo miró con extrañeza.

El rubio se acercó a mí, olfateando mi cuello. Mi cuerpo volvió a temblar.

- Parece ¿Quién es?- tenía las manos apretadas en el regazo. Me sentía intimidado a un nivel enorme.

- ¿Qué?- lo miré de lado, desviando la mirada a sus delgados labios.

PRECIOSO PATÁN *V-HOPE OMEGAVERSE*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora