Kai

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Hoseok terminó siendo arreglado por un concentrado Yoongi, parece que el chico pálido solo tiene la fachada de Omega malo, pues ahora mirándolo tan concentrado se ve muy dulce y vulnerable.

- Listo, asegúrate de no hacer movimientos bruscos. Si todo mi esfuerzo se va a la basura por tu culpa, te juro que amaneces sin esos pelos de caramelo.- los ojos gatunos sonrieron sarcástico, el chico hizo una salida icónica meneando las caderas.

- Que chico.- se retractó, ese Omega no tenía ni un pelo de dulce y ni hablar de vulnerable.- seguro que en su otra vida fue un alfa rechazado por amargado.- río de su propia broma, se miró una última vez al espejo, acomodando su camisa blanca.

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Una casa pequeña, modesta y hogareña. Hoseok se sentía un poco fuera de lugar con el traje sastre que Jin le dió.

- Vamos, Hobi.- Jin tomó la mano de Yoongi y dirigió al Omega por la cintura.

Yoongi tocó tres veces. Se escucharon pasos a distancia, murmullos y luego un rostro noble y anciano los recibió con una sonrisa.

- Pero si deben ser los invitados. Soy Kim MonBi. Adelante, por favor.- La casa era aún más hermosa por dentro. Decorada con cuadros, tapiz a tonos café neutro, muebles rústicos y un olor a pino muy impregnado.

Con varias reverencias, sonrisas de cortesía y charlas sin sentido llegaron al pequeño comedor, donde una gran variedad de platos se encontraban reluciendo su sabor.

- Luce delicioso.- murmuró Hoseok sintiendo su boca hacerse agua.

-Sabe aún mejor de cómo luce.- una voz desconocida se escuchó en la entrada del comedor.

- Oh, Kai, hijo. Vamos, ven a saludar y conocer a tu prometido.- El olor en la casa ahora era distinto. Un olor floral y a manantial.

- Claro, padre.- el chico se acercó, saludando de mano a Jin y dando una reverencia a Yoongi. Al final yendo a Hoseok.- Un placer, hermoso chico.- dijo y besó la mano de Hoseok.

Un hombre de rasgos fuertes. Labios gruesos, cejas delineadas, ojos profundos y sensuales, nariz respingada. Alto y corpulento, músculo era la palabra que lo definía. Hoseok tragó saliva.

- Hoseok. Jung HoSeok.- susurró luego el Omega, sorprendido de los modales del Alfa.

-Un placer, Jung Hoseok. Soy Kim Jong-In, pero prefiero que me llamen Kai.- reitero el Alfa, sonriendo.

- Igualmente, Kai.-

Luego de esa extraña, pero agradable presentación, todos se sentaron a la mesa.

-¿Podemos esperar un poco?- el hombre mayor miro con vergüenza a sus invitados.- falta mi hijo menor, es un poco impuntual, pero sé que no tarda en llegar.- en ese momento la puerta se escuchó ser abierta, luego pasos y de nuevo la puerta.

-¡Padre, llegué!- la voz ronca y grave retumbó en el comedor.

- ¡En el comedor, muchacho. Hay invitados, mírate presentable!- respondió el mayor del cuarto, pidiendo disculpas por los gritos, con reverencias cortas.

El olor cambió nuevamente. Un olor a tierra mojada y café. Hoseok aspiró profundo, siendo consciente de los deliciosos aromas de aquellos Alfas.

- Pido disculpas.- mencionó Kai con una sonrisa pequeña.

- Oh, está bien.- Hoseok sonrió sinceramente por primera vez en días.

El comedor se llenó de un silencio sepulcral cuando una sexta presencia se incluyó.

- Un placer. Soy Kim Taehyung.- la voz del Alfa ahora se escuchaba más profunda, grave y poderosa.

Un chico rubio, ojos almendra, labios delgados y largos, nariz delineada y con ciertos rasgos sensuales al igual que su hermano. Alto y delgado.

PRECIOSO PATÁN *V-HOPE OMEGAVERSE*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora