Final

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(Pov Taehyung)

Corrí al interior de la casa en cuanto Jimin nos informó del estado de Hoseok.

Quería gritar, había llegado tarde. Aún cuando llevaba en ello muchos años. Había llegado tarde el día de la verdad.

Soo GuHanna.

Era el nombre de la chica a la que ahora llevaban de camino a la cárcel. Aquella que había apuñalado a mi esposo.

Miré a Hoseok, quien ahora parecía dormido, cansado. Lo cargué en brazos y busqué con la mirada a Seagul.

-¡Seagul! ¡Seagul! ¿Dónde estás? papá llegó.- grité a todo pulmón. Sólo esperaba que esa demente no haya tocado a mi hijo.

Desde antes del nacimiento de Seagul sabía que algún día ocurriría.
En un principio, pensé que sería él quien vendría e intentaría quitarme a las dos únicas personas por las que sigo vivo y en pie.

Pero las cosas dieron un giro drástico cuando en las noticias de Corea reportaron la muerte del heredero de los Jung y también de los Soo.

Especule entonces que nos habíamos quitado un peso de encima. Pero no fue del todo así.

Semanas antes.

-Habla Taehyung. - respondí el insistente llamado del celular.

-Tenemos al germen de vuelta.- la voz aguda dijo.

-Estas jodiendome Hyuna.- resoplé dejando de lado el vaso con jugo.

-Te dije que no se olvidaría de nada. Ella lo sabe todo, ella lo quiere.- suspiré sin saber bien que hacer.

-Mierda.- colgué la llamada, tomé las llaves y salí rumbo al lugar que bien conocía.

-¡Seagul!- mi hijo seguía sin aparecer.
Miré alrededor una vez más, antes de salir de la casa con el cuerpo inerte de mi chico.

En la ambulancia todo era tan silencioso. Le había pedido de favor a Jungkook que buscara a Seagul. Jimin había llorado al ver a Hoseok pálido y derramando sangre.

Era una suerte que habíamos estado preparando esto.

-Él es fuerte, estará bien.- miré a mi lado, Hyuna tomaba la mano de Hobi, tal vez si su rostro no delatara su preocupación podría creerle.

Estaba perdiendo demasiada sangre.

-¡Apresúrese, por favor!- grité al conductor de la ambulancia.

-Vamos al máximo, joven.- bufé frustrado. Lo sabía, pero la presión podía más.

-Tranquilo.- Hyuna acarició mi espalda.

El hospital estaba repleto, gente herida, mujeres pariendo, niños llorando y ancianos esperando cita.

-Me haré cargo.- Hyuna se abría paso entre el tumulto, intercambió palabras con la recepcionista y ella salió para ofrecerme una camilla.

Horas pasaron, mi esposo estaba tras esas puertas blancas, enfermeras entraban, enfermeros salían. El doctor solo me había pedido que regresara a casa y durmiera.

-¡Papi!- la dulce voz de mi pequeño me hizo limpiar las lágrimas que escurrían en mis mejillas.

Seagul lloraba, lleno de mocos y con el cabello desarreglado al igual que su ropa.

Lo atrapé entre mis brazos, besé su cabeza, bajé a besar sus mejillas y limpié sus lágrimas para mirar sus ojitos hinchados. Sin poder evitarlo volví a envolverlo en un abrazo apretado.

PRECIOSO PATÁN *V-HOPE OMEGAVERSE*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora