« 18 »

10.7K 1.6K 933
                                    

La respiración de Félix comenzaba a ser más entrecortada. Pequeños jadeos se escapaban de su boca mientras se removía sin cuidado en su cama. No se dio cuenta, pues estaba dormido, pero sus mejillas se encontraban completamente húmedas, por culpa de las lágrimas. Por fin, tras mucho sufrimiento, abrió los ojos.

Al principio, se sentía confundido. No sabía donde estaba ni que hora era. Pero pasados unos segundos, los recuerdos de aquel sueño volvieron a su mente y sintió un escalofrío recorrer su espalda. Por que...Todo había sido un sueño, ¿verdad? Un sueño demasiado realista. Con esa creencia, el pecoso hizo el amago de levantarse de la cama, pero algo se lo impidió. Aunque más bien, fue alguien.

Seo Changbin tenía su brazo envuelto en el torso de Félix, impidiendo que se levantara. Casi como la espuma del mar, el color subió a las mejillas de Lee. ¿Cómo no se había dado cuenta de que tenía a su lado a Changbin? Con las mejillas aún rojas, se volvió a recostar en la cama y giró su cuerpo para quedar frente al mayor. Armándose de coraje, depositó un pequeño beso en la punta de la nariz contraria, haciendo que este arrugara su rostro en una mueca.

Félix se movió de nuevo para acercarse un poco más al contrario, pero por culpa de ese movimiento, sintió como las sabanas rozaban con su espalda y un ardor se extendió por su cuerpo. Ahí descubrió que en realidad, no había sido un sueño.

(...)

En el segundo que Chan vio la gran sonrisa que Wang llevaba plasmada en su rostro descubrió este había adquirido una nueva víctima. Soltó un pequeño suspiro y bebió el té de frutos rojos que tenía entre sus manos. Pobre chico, pensó. Jackson Wang era conocido por sus duros castigos. Era una persona bastante inteligente, y cuando se acercaban las vacaciones rebajaba su nivel de golpes para que los alumnos no tuvieran pruebas. Casi siempre solía funcionar, excepto una vez, donde tuvo suerte y el alumno no denunció por miedo.

— ¿Has vuelto a las andadas? — comentó con una ceja alzada mientras cruzaba sus brazos.

— ¿Tanto se me nota? — con una pícara sonrisa, el nombrado arrebató el té de las manos de Chan y terminó el último trago que quedaba.— Se llama Félix, es uno nuevo. Le enviaron por estar en su cama con un chico, repugnante, ¿a qué si?

— Completamente, si...— musitó el menor al mismo tiempo que se levantaba de su silla. Sin despedirse de su compañero, se dirigió a su cuarto.

Una vez dentro, soltó un largo suspiro. La estancia en aquel internado de mierda le estaba comiendo la energía vital poco a poco. Él era lo suficientemente consciente de que no hacia nada malo estando con chicos, pero escuchar constantemente lo contrario, afectaba a cualquiera.

Maldito Minho y sus rostro irresistible. Cuando el menor le pidió de rodillas que se apuntara a profesor en el internado al que le iban a llevar, Chan no pudo negarse. ¿Cómo iba a negarse a su querido novio? Así que llevó su currículum, deseando no ser aceptado. Pero contra todo pronostico, terminó con un contrato fijo como profesor de música. Y lo más gracioso, es que el y Minho rompieron dos semanas después de entrar al lugar, por el simple hecho de que Chan tenía miedo de que les pillaran y Minho sufriera por su culpa.

Aunque no fueron todo desventajas, pues gracias a ese puto internado, había conocido a Woojin. Y solo por conocer a ese angel, había merecido la pena trabajar en aquella carcel.

(...)

Seungmin salió de su cuarto casi corriendo. Eran las seis de la tarde y la reunión que tenía no empezaba hasta las seis y media, pero es que no aguantaba ni un segundo más con la pareja de su cuarto.

Después de calmar a Jisung, a Minho no se le ocurrió otra cosa que besarle. Y en cuanto Jisung le correspondió, Seungmin sintió como su presencia no hacia falta en ese lugar. Así simplemente desapareció.

— Oh, Seungmin. — ante aquella voz, Seungmin se giró hasta quedar cara a cara con Mark. Esbozó una pequeña sonrisa como saludo y entraron juntos en la sala.— ¿Sabías que este año seremos tutores? El director quiere mejorar en comportamiento y se le ha ocurrido esa idea.

Aquello creo una gran curiosidad en Seungmin, pero como era costumbre, no la dio a conocer. Sentía curiosidad por saber a que se referían con tutores. Estuvo pensando en ello hasta que por fin, la reunión dio comienzo. Y oh, ojalá nunca hubiera dado comienzo la puta reunion.

Bueno, antes que nada me gustaría agradecer a Zootopyc por las portadas tan bonitas que me ha hecho. Además, tiene varios fanfics de Stray Kids en su perfil, así que, ¡pasaros por él!

Yo quería que este capítulo tuviera humor y resulta que ha sido una mierda de capítulo, perdón. Espero que en el siguiente tenga más inspiración. Y bueno, ¡Hasta otra!

Bad boys; stray kids.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora