Vamos a descansar de tanto drama.
Xoxo, Ann.
Con un suspiro, Seungmin escondió su pequeño rostro en el cuello de Hyunjin. Había perdido la noción del tiempo hacia rato, aunque estaba convencido de que había perdido la primera hora de clase. Cerró sus ojos al mismo tiempo que soltaba un pequeño bostezo. Las caricias que el mayor proporcionaba en su espalda y el ambiente de silencio le brindaban una absoluta calma.
— ¿Has dormido mal? — preguntó en un susurro el mayor. Seungmin asintió ligeramente a aquello, aunque fue casi algo imperceptible. Restregó su mejilla en el cuello ajeno, y como consecuencia, Hyunjin ahogó un pequeño grito ante tal adorable gesto.
— Me cuesta dormir...— comentó con una sonrisa. Y no era mentira, por muy pronto que se metiera en la cama, siempre se quedaba despierto hasta la madrugada imaginándose mil situaciones en las que podía estar si no estuviera en el internado.
— Es importante que duermas bien.— apuntó el mayor, comenzando a juguetear con el suave cabello del menor. Con delicadeza, depositó un beso en su mejilla, intentando no sacarle de ese estado de relajación. El silencio se volvió a cernir sobre esa sala. Tan solo se escuchaba la respiración rítmica y pausada de ambos chicos.
— Sigue hablando... — pidió en un murmuró casi inaudible. La dulce voz del mayor era como música para Seungmin. No sabía como explicarlo, pero cada vez que sentía el cosquilleo del aliento ajeno sobre su oreja seguido de su voz, notaba como todos sus músculos se destensaban y se adormecían. Al mismo tiempo, todas sus preocupaciones se desvanecían de su mente.
— Pues... No se que decirte.— comentó en voz baja, soltando una melodiosa risa tras ello. Seungmin casi se derritió allí mismo y creyó que todos sus problemas se arreglaron con ese angelical sonido. Los ojitos de Seungmin pesaban cada vez más, y aunque intentaba abrirlos de vez en cuando, volvían a cerrarse al instante.— Bueno, se que voy a echar en falta tus tutorías, me ayudabas mucho. No sé quien me ha tocado este año, pero sé que nunca será lo mismo.
Oh. Aquellas palabras incomodaron levemente al presidente. Acababa de recordar que el inocente chico de primer año iba a estar con Hyunjin. Y que sin saber porque, no le daba buenas vibras. Al contrario, muy malas. Además, había recordado que era el tutor de Changbin, y sinceramente, si Hyunjin era imbécil, Seo tenia pinta de superarle con creces.
A pesar de ello, Jeongin pronto desapareció de su mente en cuanto sintió las caricias sin tumbó alguno que el mayor le proporcionaba en su espalda. Su pausada respiración, las caricias y los pequeños tarareos que comenzó a hacer Hyunjin formaban el ambiente perfecto para dormir unas pocas horas. O al menos, eso creían ambos.
— Debes dormir más.— reprochó Hyunjin al notar las ojeras en el rostro contrario y como este quedaba semidormido con unas pocas caricias, muestra de la falta de sueño. Con delicadeza, separó unos centímetros a Seungmin, haciendo que quedaran cara a cara.— Te llevaré a tu cuarto. Y vas a dormir todo el día, ¿entendido?
— Pero...— aquel reproche fue ahogado por un pequeño beso sobre sus labios. Y luego, Hyunjin le dio otro más, simplemente porque amaba el sonrojo de sus mejillas cada vez que lo hacia.
— Vámonos, Minnie.— comentó alegremente, dando una pequeña palmada al trasero del menor, para que le levantara del lugar.
Con un puchero causado por la palmada, Seungmin se paró. Estiró todo su cuerpo, soltando un último bostezo. Y claro, besando en agradecimiento a Hyunjin. Aquella sesión de mimos (y no tan mimos) le había servido de mucho. Le había servido a ambos para aislarse del mundo que les rodeaba, aunque claro, eso no siempre es bueno.
— ¿Presidente? — aquella voz alarmó a Seungmin, cuya primera reacción fue empujar a Hyunjin lejos de él. Buscó con su mirada la procedencia de aquella voz, y la encontró a escasos centímetros de ellos.
Era Jeongin. Un Jeongin con la boca entreabierta por lo que acababa de ver y una mano en el bolsillo trasero. Seungmin dio un paso hacia él, aunque enseguida lo retrocedió, pues no sabía que hacer ni que decir. En esos momentos, la visa del nuevo individuo solo estaba centrada en Seungmin, y cuando identificó al otro chico, las cosas no fueron a mejor.
— ¿Hwang? — cuestionó con incredulidad, mirando al joven del que tenía que ser tutor.
Los dos pillados se miraron entre ellos, suspirando levemente al darse cuenta en el lio que estaban metidos. Y joder, esperaban salir impunes de ahí. ¿Lo lograrán? Algo que pronto se descubrirá.
Tal vez más pronto de lo que querrían.
Como sabéis, no soy buena expresando mi agradecimiento, pero de verdad, gracias por estar siempre ahí y apoyarme tanto cada vez que subo un capítulo. Todavía sigo flipando con todas las visitas y votos. Y siempre que veo como alguien que conozco comenta o vota, me da un subidón de alegria, porque creáis o no, se toooodas las personas que votan y comentan. También se que ships os gustan a cada uno de vosotros 😏. Como siempre, espero que os haya gustado y hasta la próxima semana.
Question: ¿Que ha hecho Jeongin para estar en el internado? (No se si ya lo he preguntado, pero tengo curiosidad por lo que pensáis).
Por cierto, hay una pista muy grande en este cap. Premio a quien la encuentre (¿)
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Bad boys; stray kids.
Fanfiction❝Los nueve chicos eran malos. Al menos eso desde el punto de vista de sus padres. Uno a uno llegaron al internado, en el cual sus padres creían que cambiarían. Pero terminó siendo lo contrario. Terminaron siendo realmente malos.❞ ─ A Stray Kids fanf...