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Félix dejó de respirar en cuanto Jackson colocó su daga en el cuello. Miedo y terror, no sentía otra cosa en esos instantes. Jisung tampoco lo hizo, se había quedado completamente paralizado ante las acciones del profesor. Wang sonrió al ver como tenía a los dos alumnos a su merced.
Incrementó la presión de la daga, sacando un pequeño quejido de dolor al pecoso. Un pequeño corte y el menor estaba acabado.
En la mente de Jackson ya había imaginado diferentes situaciones donde Félix moría. La primera era la simple: desangrado. Pero había algo en aquella situación que le hacía estremecerse de placer. Ver como aquel frágil cuerpo caía al suelo embadurnado de sangre... Era casi una fantasía para el profesor. Inconscientemente, había comenzado a deslizar la daga por toda la extensión del cuello, sin llegar a cortarle.
Félix desvió su rostro hacia Jisung. No quería seguir mirando a Wang, pues si lo hacia su cuerpo no respondía a las ordenes que le daba. Han no estaba mirándole. Sus ojos se encontraban fijos en el arma de metal y estaba completamente enfrascado en sus pensamientos. En realidad, lo tres lo estaban, por suerte para dos de ellos.
— ¿Jackson? — Aquella voz hizo que todos ellos volvieran a la tierra.
Wang retiró con lentitud el cuchillo, con un chasquido de su lengua. Ante este gesto, Jisung pareció recobrar el sentido y tiró del brazo de Félix, alejándole de el. La espalda del pecoso chocó con el pecho del mayor, sacándole un pequeño quejido a ambos.
Jisung seguía con el pequeño corte en su pecho, por lo que su sangre mojó levemente la espalda del menor. Y Félix aún sentía el dolor en su espalda.
Con algo de precaución, Jisung colocó sus brazos al rededor de los hombros de Félix y le pegó aún más a él, protegiéndole. Sintió como el menor se tensaba bajo ese toque, pero Jisung estaba ocupado mirando con furia al profesor.
— Chan, me has interrumpido.— gruñó Wang, mientras guardaba la daga.
El corazón de Félix volvió a un ritmo normal al ver como el arma quedaba fuera de su campo de visión. Y por lo que pudo sentir, el de Jisung también se ralentizó. En esos momentos Félix comenzó a dar gracias a Dios en su cabeza. Una acción un poco irónica.
— Llevan media hora esperando en el aula 3B.— explicó mientras se recostaba en el marco de la puerta, cruzándose de brazos.
— Joder, putos niños de mierda.— maldijo con un chasquido. Se le había olvidado por completo que debía de dar clase y le jodía que le hubieran interrumpido en el mejor momento.
— Vete a clase, yo termino lo que empezaste.— dijo suavemente Chan, mientras avanzaba hacia el centro del despacho.
— "Mierda."— esa palabra fue la que cruzó por la mente de ambos alumnos. Con la aparición del nuevo profesor pensaban que se habían librado de ser torturados. Pero al parecer, se equivocaban.
Wang asintió levemente con la cabeza. Volvió a sacar la daga de su bolsillo y justo cuando se cruzó con Chan, se la tendió. Este la cogió con una leve sonrisa, mientras caminaba hacia los dos alumnos.
— Por cierto, ¿ves al pecoso?— preguntó Wang, señalando a Félix. Chan asintió ante ello y el nombrado no pudo hacer otra cosa que acurrucarse aún más en el pecho de Han, intentando sentirse más seguro.— Es maricón, pero intenta no matarle.
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Bad boys; stray kids.
Fanfiction❝Los nueve chicos eran malos. Al menos eso desde el punto de vista de sus padres. Uno a uno llegaron al internado, en el cual sus padres creían que cambiarían. Pero terminó siendo lo contrario. Terminaron siendo realmente malos.❞ ─ A Stray Kids fanf...