Perdón por la tardanza y por el capítulo, jeje.
Ninguno de los dos apartaba la mirada. Minho sonreía levemente, sabiendo que tenía a Woojin atrapado entre sus dedos, y que este no podía hacer nada. El corazón de Kim latía con fuerza. Trataba de procesar la situación, pero no terminaba de entender que era lo que Minho le pedía.— No te atreverías...— dijo lentamente, midiendo sus palabras.
— Nunca subestimes a un adolescente enamorado, Woojin.— Minho sonrió ladinamente, esbozando una sonrisa que provocó un escalofrió en cada centímetro de su cuerpo. Ahí fue cuando Woojin se dio cuenta. Se dio cuenta de que había entrado en un juego donde solo quedaba la opción de perder.
— Chan me quie...— no terminó la frase. El puño de Minho se estrelló contra la pared, a centímetros de su rostro. Su expresión relajada había cambiado a una de odio. Tenía las cejas fruncidas, los dientes y mandíbula completamente tensos, como si fuera un perro que esperaba la señal de su dueño para atacar. Su respiración, antes pausada, había pasado a ser completamente inestable. Y sus ojos...Sus ojos eran un pozo oscuro sin fondo.
— Chan solo me quiere a mi. —puntualizó Minho, esbozando una sonrisa que lejos quedaba de ser amable. Woojin no dijo nada más. — Solo está contigo para protegerme.
Él era más mayor y, seguramente, más fuerte que él. Pero cada vez que miraba a Minho, no podía evitar temblar de miedo. Su instinto le decía que corriera y se alejara de aquella persona lo antes posible. Pero su corazón no quería abandonar a Chan. Así que, respiró profundamente y de un empujón, apartó a Minho de su camino.
— Lo siento, pero no voy a dejarle.
El burlesco rostro de Minho se transformó en una clara mueca de enfado. Soltó un bufido y negó con la cabeza.
— Le vas de dejar.— Afirmó, soltando una leve risa tras ello. Chasqueó la lengua y volvió a empujar a Woojin contra la pared.— Lo vas a hacer y te vas a ir de este instituto sin decir nada. Y lo harás porque no podrías vivir con la culpabilidad de arruinar la vida de Chan.
— ¿Podrías vivir tú con esa culpa? — murmuró Kim, entrecerrando los ojos. Con cada segundo que pasaba, su miedo a Minho se intensificaba. Lee sonrió ante ese comentario.
— Siempre y cuando Chan esté a mi lado.
— No voy a cambiar mi respuesta.— Woojin intentó volver a apartar a Lee de su lado, pero no pudo. La mano de Lee estaba presionando continuamente contra su hombro, esta vez con más fuerza que la anterior. El rostro de Minho se oscureció al escuchar la respuesta.
— Es...es una gran pena. — Minho suspiró. — Te podría haber conseguido un buen puesto de trabajo en el NIS...
Woojin tragó saliva, intentando que Minho no se diera cuenta de aquello. Pero ningún movimiento pasaba desapercibido de los felinos ojos del menor. Chan ya le había comentado más de una vez que Kim quería llegar a trabajar en el Servicio de Inteligencia Nacional. Junto con alguien , había conseguido mover unos pocos hilos para conseguir enchufar a Woojin en un puesto de trabajo. Solo quedaba que él aceptara.
Woojin se mordió ligeramente la mejilla interior, gesto que hacía al estar nervioso. Minho sonrió levemente.
— Piénsalo, sales ganando. Chan no sufre nada y tú consigues el puesto de trabajo que tanto deseabas.— ligeramente, Minho soltó el hombro de Woojin. Este no se movió. Su mente no dejaba de dar vueltas a la propuesta, justo lo que Minho quería que ocurriera.— Toma tu decisión antes de una horas. Si aceptas, ve a la entrada, habrá un coche esperándote. No te preocupes del papeleo.
Sonrió levemente, viendo como el rostro de Woojin se desfiguraba conforme pasaban los segundos. Minho vio con satisfacción como la respiración del contrario comenzaba a ser más pesada e irregular, aguantando el llanto.
—Oh, y ni se te ocurra decir nada a Chan.
Tras esas palabras, Lee caminó de vuelta a su cuarto, dejando a un agobiado Woojin tras él. Kim caminó pesadamente hasta su cuarto, tumbándose en la cama en cuanto entró. Cubrió su rostro con la almohada, ahogando el leve sonido que salía de su boca. Poco le importaba mojar la almohada de lágrimas. Tenía dos horas y una decisión que le iba a cambia la vida.
— Woojin, céntrate.— murmuró, sentándose en el borde de la cama. Su vista se desvió casi inconscientemente al reloj del cuarto. Había gastado media hora llorando.
Su mente no dejaba de discurrir las dos opciones. Hizo una larga lista de todos los puntos a favor y en contra de cada dos opciones. Pero cada vez que pensaba en Chan, esas listas dejaban de tener sentido y no le importaba cual de ellas tuviera más ventajas. Solo podía pensar todo lo que quería a aquel profesor. Y en que quería estar con él cada día de su vida, escuchando cada canción que le componía, cada acorde que le dedicaba antes de ir a dormir juntos todas las noches. Y sobretodo, no quería dejar de sentir los abrazos. Esos abrazos que parecían tener propiedades mágicas que curaban cada malestar en su cuerpo. Quería a Chan. Amaba a Chan.
Antes de finalizar la hora, lo tenía claro. Podía estar desaprovechando lo mejor que le había pasado en su vida, pero su decisión estaba tomada.
(...)
Minho entró en su cuarto con una leve sonrisa. Esperaba que la cordura ganara a los sentimientos. Changbin no estaba en su cuarto. Supuso que estaba con Félix. O intentando calmar a Hyunjin. Rió al recordar lo que había pasado hacía unos minutos. Hyunjin era taan fácil de enfadar que era casi hasta una provocación para no dejar de hacerlo.
— ¿Dónde estabas? — Minho giró el rostro, encontrándose con Jisung. Este salía del baño, frotándose el húmedo cabello. Al parecer salía de la ducha.
— ¿Te ha dejado Changbin entrar? — Jisung asintió. Minho sonrió y extendió los brazos, invitando a Jisung a un abrazo.
Con una sonrisa, Jisung se tiró a los brazos de Minho. Con el impulso, ambos quedaros tumbados en la cama. Minho le depositó un leve beso en la coronilla, al cual Jisung sonrió.
— Sabes que te quiero mucho, mucho. Pero deberías de hablar con Seungmin. Decir que tenéis que parar... — comentó. Jisung asintió conforme. Había intentando atrasar la charla con Seungmin lo máximo posible, pero ya iba siendo hora de tenerla.
Con un suspiro, Han se levantó de la cama. Había ido al cuarto con la esperanza de pasar tiempo con su novio, pero parecía que no iba a ser posible. Así que con un leve puchero y con un beso de despedida, Jisung salió del cuarto.
Minho se tumbó en la cama, cerrando levemente los ojos. Estaba a punto de dormirse, cuando alguien tocó la puerta de su cuarto. Suspiró molesto, levantándose de la cama, pero antes de que pudiera reaccionar, alguien se le lanzó encima, dándole un fuerte abrazo.
Supo que era Chan al instante. El perfume, el tacto de sus manos en su espalda, las leves caricias de su pelo en la mejilla... Era Chan, y estaba con él, de vuelta. Sin esperar, Minho cerró la puerta. Tras unos segundos abrazados, por fin escuchó lo que durante tanto tiempo había soñado.
— Tenías razón... Se ha ido... — y con esas palabras, Chan terminó por derrumbarse entre sus brazos.
— ☾ —
Bueno, por fin he subido. He tardado este mes en subir basicamente por los examenes finales de primero. Pero por fin puedo decir que he terminado mi primer año en la universidad, con todas aprobadas. Espero que a todas os haya ido igual de bien.
Y simplemente deciros que tengo un twitter donde hablo de libros, por si a alguien le interesa seguirme, además de un blog. Es simplemente yo quejandome de que amo personajes literarios y de que tengo que ponerme a escribr jeje. Twitter: anreads.
¿Creeís que Minho ha hecho todo solo?

ESTÁS LEYENDO
Bad boys; stray kids.
Fanfiction❝Los nueve chicos eran malos. Al menos eso desde el punto de vista de sus padres. Uno a uno llegaron al internado, en el cual sus padres creían que cambiarían. Pero terminó siendo lo contrario. Terminaron siendo realmente malos.❞ ─ A Stray Kids fanf...