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No me creo que vaya a llegar a 100K. Que. Cojones. Ha. Pasado. Con. Está. Historia. Escribiría algo emotivo, pero son tan mala para eso que lo seguiré aplazando uwu. Ya dejo de hablar y os dejo el capítulo. Con mucho cariño, Ann.

Jisung llevaba mirando la pared por media hora. Seguía sin creer lo estúpido que había sido en la fiesta. No solo había herido a su mejor amigo —y chico que le gustaba— sino que además había usado a Minho para sus propios beneficios. Y eso realmente le hacia sentir muy mal.

Siendo sincero con él mismo, todavía quería a Félix. Pero también había encontrado nuevos sentimientos por el mayor. Y la confusión le estaba matando por dentro. No quería —ni se atrevía — a hablar con Félix del tema, ni tampoco de hablar con Minho sobre su relación. Jisung tan solo quería dormir y que cuando se despertase todo estuviera resuelto.

Inmerso en sus pensamientos, no se dio cuenta de que su compañero de cuarto había entrado. Seungmin miró a Han con una pequeña sonrisa. Entendía el debate mental que el mayor debía de estar sintiendo en esos momentos. Sin hacer mucho ruido, se acercó a la cama el menor y se sentó en el borde, ganándose la mirada de este.

— ¿Ya ha terminado la reunión? — Jisung preguntó con un hilo de voz. Seungmin asintió con la cabeza y esperó unos segundos antes de responder.

— Me ha tocado ser tutor de Changbin.— reveló. Jisung soltó un pequeño quejido y ocultó su rostro entre sus manos.

Parecía que cada segundo el universo quería recordarle la cagada que había hecho. Siguió con el rostro enterrado entre sus manos hasta que unas pequeñas caricias hicieron que levantara la cabeza. Seungmin se encontraba a su lado, acariciando con suavidad su espalda. De alguna manera el menor sentía que debía de brindar el apoyo emocional que el mayor le dio cuando el tenía problemas con Hyunjin. No era la persona más emotiva, pero intentaría hacer todo lo posible por quien, tal vez, era su mejor amigo.

— Recuerdo que unos de los primeros días me dijiste que querías ayudarme. Que aunque no nos conociéramos podía desahogarme contigo, aunque sea solo llorando o abrazándote.— aquellas palabras captaron la atención de Han. Este asintió ante aquello, recordaba perfectamente ese momento.— En ese momento realmente me ayudaste, aunque no llegué a decírtelo.

Jisung no sabía a donde quería llegar. Ni siquiera lo sabía el propio Seungmin, las palabras se deslizaban por su garganta sin que el llegara a pensarlas.

— Y bueno, ahora que nos conocemos te digo lo mismo, Han Jisung. Estaré ahí para lo que sea, te lo prometo.

Con una pequeña sonrisa que pronto se deshizo en un llanto, Jisung se lanzó a los brazos del menor. Seungmin rodeó la cadera del pelinegro y se dejó caer en el colchón de la cama, con Han sobre él. Sintió como las lagrimas empapaban su camiseta, pero aquello no le importo. Él tan solo repartía pequeñas caricias sobre la espalda y pelo de Jisung, intentando que el menor se sintiera lo más querido posible.

Por que el problema que ambos era ese mismo, que no se sentían queridos. Era el problema que Seungmin tenía desde hacia muchos años, pero que de alguna manera se desvanecía frente a la presencia de su querido amigo.

Pasaron los minutos y Jisung se calmó lo suficiente como para alzar la cabeza del hombro de Seungmin. Kim miró a su compañero fijamente. Tenía los ojos rojos, como era de esperar, pero extrañamente se encontraba sonriendo.

— Muchas gracias, de verdad.— musitó con una pequeña sonrisa que contrastaba con sus llorosos ojos.

Un pequeño nudo se posó en la garganta de Seungmin. No sabía la razón de este, pero sabía que no se trataba de tristeza. Murmuró un pequeño "no es nada" antes de hacer algo que nunca pensó que haría.

Le besó.

En los labios.

Fue un simple roce producto de un impulso. Ni siquiera duró más de cinco segundos, y cuando se separaron, ambos estaban sonriendo. Aquel beso no tuvo una connotación sexual, ni mucho menos. Pero entonces Seungmin se preguntaba, ¿qué significaba aquello?

(...)

Solo te pido que me dejes unos condones, joder.— susurró Minho mirando mordazmente a Changbin.—

— Se los pides a Chan, y sino, no habértelos gastado en la puta primera semana del curso.

Aquella conversación sería mucho más intensa si los dos jóvenes no estuvieran susurrando para evitar que alguien les escuchara. En un arrebato de furia, Minho le lanzó la almohada a Changbin, quien se encargó de atraparla con sus manos y lanzársela de vuelta.

— Encima, tu no vas a usarlos.— acusó Minho al menor. Este soltó un pequeño bufido y se cruzó de brazos.

— ¿Quién ha dicho eso?

— Félix parece un mojigato.— apuntó Minho con una pequeña sonrisa.— Jisung es más...Atrevido.

— No es un mojigato...— murmuró con una pequeña mueca, desviando su vista hacia un lado. Tenía claro que Félix no era la persona más atrevida del mundo, pero tampoco era para llamarle así.

— Sinceramente, no se como vas a aguantar estar con él, conociendo tus ganas de sexo.— Tras decir eso, Minho esquivó una almohada. Había dado en uno de los puntos claves: el sexo.

— Estaré con él pasé lo que pase. Como si no tenemos sexo hasta el matrimonio, lo juro.— aclamó mordazmente Changbin. Este se tumbó en la cama y se cubrió con el edredón.

— Eso mismo dijiste con los últimos tres... —tras soltar un pequeño suspiro, Minho dio por terminada la conversación y se tumbó en la cama, imitando al contrario.— Buenas noches, Changbinnie.

— Te odio.— gruñó como respuesta, aunque luego soltó un pequeño suspiro.— Buenas noches.

uwu. Hasta aquí el capítulo de esta semanita. De verdad que muchas gracias por todo el apoyo, estoy tan shockeada que todavía no he caído en lo que esto significa. Es...increíble.

¿Quién creéis que es el más malo? Por curiosidad.

Bad boys; stray kids.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora