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Gente, leed mi nueva novela. Tiene mucho drama y salseo, la especialidad de la casa. Junto con una pizca de cofmuertescof. Lo digo a principio porque al final termino ignorada.

Seungmin fue el primero en abrir los ojos. Todavía tenía a Jisung enterrado en sus brazos, así que con un suave gesto, le apartó de él, haciendo que cayera boca abajo sobre la cama. A pesar de eso, no se despertó, pues tenía el sueño profundo. El menor miró la hora y soltó un pequeño chasquido. Eran exactamente las cinco menos cinco, lo que significaba que su alarma sonaba en cinco minutos. Cinco minutos en los que sólo lamentaba haberse despertado.

Y por si las cosas no eran malas, todos los miércoles tenían una misa general. Y ese miércoles era el primer miércoles desde que empezaron las verdaderas clases. No mentía si decía que tenía miedo por lo que podía pasar. Tratando de ignorar el hecho de que se tenía que levantar en cinco minutos, Seungmin se volvió a tumbar en la cama, girando su cuerpo hasta quedar frente a Jisung. Este había logrado ponerse de lado, aunque seguía dormido. Continuó observándole durante unos poco segundos, analizando cada facción de su rostro. Era adorable, realmente adorable.

En parte, Seungmin era consciente que nunca podría tener una relación con Jisung, por dos simples razones. La primera, que le veía como un amigo. Y la segunda, por mucho que le jodiera, era que todavía no había superado a Hwang Hyunjin. Ahogó un suspiro de frustración contra la almohada y justo en ese momento, la alarma comenzó a sonar.

— ¿Qué hora es? — un adormilado Jisung se incorporó, apoyando su codo en la almohada. Estaba completamente despeinado y con sus ojos entrecerrados, pero aún así se veía adorable.

— Las cinco en punto de la mañana. Y hoy tú también tienes que levantarte a esta hora.

Aquella frase le salió con demasiado entusiasmo que el que pretendía. Con una sonrisa, salió de la cama y cogió dos uniformes, el suyo y el de Jisung. Se lo dejó en la silla mientras él se iba a dar una ducha.

Cuando salió, Jisung aún estaba sentado en el borde de la cama. Alzó la vista en cuanto vio a su compañero salir. A pesar de tener sus ojos fijos en él, este no pareció percatarse de ello. Así que para llamar su atención, soltó un gran suspiro. Aquello funcionó ya que el menor fijó sus ojos en él. Cuando captó su atención, procedió a hablar.

— ¿Tú me quieres? — preguntó en un pequeño y tímido murmuró, casi intentando que Seungmin no le escuchara.

Kim sintió como el corazón se le paraba por un momento. ¿Le quería? Como amigo, por supuesto. Pero en parte, no quería que Jisung se sintiera mal. Estaba pasando or un momento malo, y aquello solo lo iba a empeorar más. Abrió la boca para decir algo, pero Jisung se le adelantó.

— Porque yo te quiero mucho, de verdad. Pero no del mismo modo que quiero a Félix o incluso a Minho.— todo ello lo dijo mientras miraba al suelo, jugueteando con sus manos.— Y como ayer me diste ese pico, pues...

Seungmin no hizo otra cosa que soltar un gran suspiro. No había habido malentendidos, y de verdad que lo agradecía. Con una sonrisa, se agachó frente a Jisung y le tomó del rostro.

— Jisung, eres mi mejor amigo a partir de ahora.— ante el rostro confuso de Han, decidió aclararlo.— Yo también te veo como un amigo. Lo de ayer fue un impulso, sí , pero de alguna manera solo quería demostrarte mi cariño y no se me ocurrió ninguna otra manera.

Una gran sonrisa se formó en el rostro de Jisung al escuchar aquello. Sin poder evitarlo, abrazó a Seungmin con todas sus fuerzas, casi tirándole al suelo. Se sentía aliviado con aquellas palabras, pues acababa de solucionar uno de tres problemas amorosos que tenía.

Bad boys; stray kids.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora