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GANIELLA.
28 de Diciembre 2011, Lares (Puerto Rico).
- Gianella, mi amor, despierta.

- Ummm... -me tapo con la sábana-

- Princesa de mami, despiértate. -prende la luz-

- No...

- Sí, mira, levántate que te tengo una sorpresa. -dice sacándome la sábana- Podemos ir a cenar alguito tú y yo juntas, podemos comprar las donas y la batida de chocolate ese que tanto te gusta. -se ríe, creo que está drogada-

- Podemos ir cuando amanezca. -digo sobándome los ojos- ¿Por qué ahora?

- Bueno, mami, es que eso es como parte de la aventura. -dice- Dale, dale, vístete.

- ¿Dónde está papi? -pregunto-

- Papi no viene, él no siempre tiene que estar.

- Pero yo no tengo hambre, tengo sueño. -digo- Ma', no te preocupes, podemos ir mañana.

- No pude estar durante tu cumpleaños. -dice saliendo de mi cuarto- Dale, Giany, avanza.

- Espérame. -digo vistiéndome rápidamente-

•••

- La próxima vez, yo quiero dos malteadas. -digo comiendo pancake-

- Oh... -dice riendo- ¿Sabes qué, princesa? Tú puedes coger todos los batidos en el mundo. ¿Cuántos quieres? ¿Cinco, seis...? Después te va doler el estómago. Yo te lo compro porque estoy de buen humor, aprovecha.

- No, mami, ahorita no quiero más na'. -digo-

- ¿No? Cómete eso que se te va a enfriar y después si quieres te puedo comprar otro. -propone- Aprovéchame, aprovéchame que estoy soltando el dinero hoy. ¿Seguro que no vas a comer más nada? -insiste mientra mira a un tipo-

- Buenos días, niña. -dice el hombre parándose al frente de nuestra mesa-

Se agacha y le dice algo al oído a mi mai, ni siquiera logro escuchar qué es lo que dice, pero ya me imagino qué es. El tipo se va para afuera del local.

- ¿Qué quería ese señor? -le pregunto a mi mamá-

Alza los hombros haciéndose la loca y yo niego decepcionada.

- Un minutito, un minutito, mami. -dice y yo chasqueo la lengua fastidiada-

Se levanta de la mesa y me da un beso en la frente, ni siquiera la miro a la cara.

- Quédate aquí, vuelvo en un minutito. -dice yéndose.

Pasan los minutos... Cinco... Diez... Quince...

¿Cuándo va a venir?

¿Cuando piensa volver?

Creo que mejor voy a buscarla.

Me paro de la mesa y salgo de la cafetería, camino por la calle donde tienen los zafacones, hasta llegar al párquing para clientes.

Nunca debí haber hecho eso...

Los ojos se me llenan de lágrimas al ver esa desagradable imagen, me quedo en shock, no sé de qué manera reaccionar, ni siquiera puedo moverme, es como si mis piernas no respondieran a mis ordenes de irme de allí.

Decido irme, irme sola a mí casa...

No puedo creer que haya hecho esto cuando lo que quería era remediar que no pudo estar ayer en mi cumpleaños.

•••

- Princesa... -oigo- Nena de mami...

¿Mamá?

- ¿Qué quieres? -pregunto tapándome la cara con la sábana-

- Te traje un regalo.

- Déjalo sobre la mesita. -digo-

- Mi amor, ábrelo. -dice destapándome- ¿Qué te pasó en los ojitos?

- Déjame en paz. -digo-

Me levanto de la cama y me voy al baño a lavarme la cara, cepillarme los dientes y peinarme.

- Te hice el desayuno. -dice-

- Gracias... -digo-

Camino hasta la cocina y veo unos sandwichitos de huevo y queso y dos vasos con batida de plátano.

- ¿Y papi? -pregunto mientras desayunamos-

- Cuando llegué ya no estaba. -dice mirándome a los ojos rápidamente para después agachar la mirada-

- ¿A qué hora llegaste? -se encoje de hombros aún con la cabeza gacha-

Se acuerda perfectamente de lo que hizo ayer.

- Perdón... -dice-

- No importa. -digo- Solo pensé que esta vez sería distinto.

- Mala mía, de verdad. -empieza a llorar y me abraz-

- ¿Por qué no lo intentas dejar? -le pregunto- Papi lo hizo por los tres, Jonniel lo hizo, faltas tú...

- Este... -me suelta- ¿Todo bien con tu jevo?

- ¿Qué jevo? -me pongo alerta-

- Sé que estás con ese tal Darkiel, el títere de Adriel, el que se murió.

- Yo no conozco a ningún Darkiel ni a ningún Adriel. -miento-

- Crees que yo no me preocupo por ti ni por saber a dónde vas y con qué tipo de personas te rodeas, pero no es así. -dice- Así que no intentes engañarme, sé que en navidad estuviste con él y su familia.

- Yo...

- No tengas miedo, no le voy a decir na' a tu papá. -dice-

- ¿Y qué quieres que te cuente? -pregunto-

- Pues quién es, cómo te trata, dónde y cómo lo conociste... -dice- No sé, lo normal.

- Pues la cuestión es la siguiente...

GIANELLA. // Darkiel. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora