GIANELLA. // Darkiel. [TERMINADA]

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GIANELLA.
22 de Diciembre 2012, Los Angeles (EE.UU).
- ¿Podrías dejar de ser tan raro? -pregunto al sentir su mano apartando mi cabello- ¿Vas a decirme que me veo bonita cuando duermo?

- ¿Qué significa? -pregunta refiriéndose al tatuaje de mi cuello el cual es un conjunto de olas-

- El deseo de ser libre.

Se pone encima de mí y me empieza a besar.

-¿Vienes al Elysian conmigo? -pregunta-

- No lo sé, quizá.

- Vamos... He estado trabajando en algo y quiero que lo veas. -dice-

- ¿Sí? -asiente- Pues si sigues besándome... así, tal vez... acepte.

•••

-Mi papá me contó que para los policías nosotros éramos intrusos en su país, y por eso decidieron quitarnos lo que usábamos para expresarnos y lo volvieron ilegal.- Dice refiriéndose a los lowriders. -Pero apesar de eso, no nos detuvieron y seguimos haciendo reuniones por todo Los Ángeles. El único lugar donde no nos pueden hacer nada es aquí, en el Elysian Park.

Observo todo con mucha curiosidad mientras caminamos hacia su puesto.

-Te estoy aburriendo, ¿no?- Dice.

-¡No!- Digo mirándolo sonriente. -Sabes que mi papá y yo hacíamos esto en Puerto Rico, solo que no sabía que existía una cultura alrededor de eso, es interesante.

Sonríe de lado y me da un beso.

-Lo vas a hacer bien.- Digo.

-Aquí hay muchos mejores que yo.- Dice. -Suelo quedar entre el segundo y el tercero, pero creo que esta vez ganaré.

-¡Spooky!- Le hacen seña para que vayamos.

-Es la hora.- Duce sonriendo con emoción. -Vamos.

Caminamos hasta allí y nos ponemos frente al carro, el cual esta tapado con una lona.

-Álcenlo.- Ordena.

Y ahí estoy yo, como Dios me trajo al mundo, entre nubes sentada con las piernas cruzadas para cubrir mi zona intima y con mis brazos tapando mis pechos.

Es un dibujo demasiado hermoso y realista.

-¿Es en serio?- Le digo a Spooky sonriendo asombrada. -Dios mío...

-¿Te gusta?

-Es hermoso.- Digo.

-Damn, este carro está cabrón.- Se acerca Sad Eyes con Sad Girl.

-¿Qué onda, Hector?- Lo saluda Spooky.

-Hey, Francisco.- Se dan la mano. -Es espectacular, foo'. ¿Eres tú?- Me mira. -Sabía que tenías el culo grande, pero no pensé que tanto.- Lo miro.

-Ey.- Spooky le da un manotazo en el hombro.

-¿Qué?- Le responde este en español.

-¿Qué?- Responde Spooky de igual manera. -No tiene gracia.

-Claro que la tiene.

-¿Crees que por ser mi primo voy a dejar que hables así de mi novia enfrente de mí?- Lo mira enojadísimo.

-Cálmate.- Le responde Sad Eyes.

-No.- Lo empuja.

-Tranquilo, ¿qué haces?- Le dice Sad Girl.

-Ey, ey, ey, ey...- Creeper los separa. -Tranquilo.

-No tengo porqué aguantar su mierda.- Sad Eyes se va.

-No sé cómo lo soportas.- Le dice Spooky a Sad Girl. -Vamos a dar un paseo.

Subimos al carro y nos unimos a la exhibicion, realmente hay carros hermosisimos.

•••

-Y ahora, el momento que todos hemos estado esperando con ansias.- Dice el host. -El premio al mejor de la exposición, con un gran premio de diez mil doláres y la posibilidad de formar parte del jurado en la proxima exhibición... ¿¡Están listos!?

-¡Sí!

-¡Los Santos con La Boricua!- Grita el presentador dandole el trofeo a Spook.

-¿¡Qué!?- Grita lleno de felicidad y emoción y me abraza. -¡Me hiciste ganar!- Me alza dándome besos por toda la cara.

Me baja y empieza a celebrar con todos los que trabajan en el taller con él.

•••

DARKIEL.
Utuado (Puerto Rico).
-¿No me vas a hablar?- Dice mientras cenamos.

La miro y vuelvo la vista a mi comida.

-Acho, ni siquiera sé qué te pasa.- Dice molesta golpeando la mesa.

La miro alzando una ceja y vuelvo a mi comida.

-Omy.- Oigo que me llama.

-¿Podrías dejar de llamarme así?- Digo molesto. -Solo Gianella puede llamarme así.- Me levanto de la mesa y voy a la cocina a dejar el plato.

-Me engañaste.- Le digo señalándole cuando salgo de la cocina.

-¿De qué hablas?- Dice.

-De Gianella, no te hagas la loca, que ya recordé la mayoría de cosas.- Digo.

-¿Qué?- Dice sin poder creelo.

-Era mi jeva, tú su mejor amiga.- Digo. -Y te hiciste la que no la conocías. Por eso me convenciste en que vinieramos para acá, ¿no?- Pregunto. -Para que no me cruce con nadie que me hable de ella, para que no la recuerde.

-¡Ella no quiere saber más na' de ti!- Dice parándose de la silla y poniéndose a centímetros de mí. -¡Se fue, no va a volver, y que perdieras la memoria era lo mejor que le pudo pasar! ¡No quiere que pienses en ella porque te ama y sabe que eso te hará daño!

La miro fijamente y la beso agarrándola fuertemente.

-Te odio...- Susurro mientras nos metemos para el cuarto.