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GIANELLA.
16 de Agosto 2014, Los Angeles (EE.UU).
Hoy en la noche Los Santos van a celebrar la entrada de su miembro más reciente, Lil' Spooky.

Esos parties suelen estar llenos de alcohol, drogas, pandillas y peleas, muchas peleas.

- ¿Ya está? -pregunta aburrido-

- No, ya te dije que aún queda más de la mitad de la lista. -digo-

- No entiendo por qué estás comprando tanta comida. -dice- En lo que menos estará la gente pendiente, es en la comida. La bebida es lo principal.

- Cuando ruegues por que te cocine algo ya que estás hambriento, no te haré caso. -digo- Ni creas que estoy comprando esto para la fiesta.

- Bueno... -dice- ¿Quieres eso? -pregunta al verme intentando agarrar una bolsa de patatas-

- Sí, por favor. 

...

Mucha gente, mucho alcohol, música muy fuerte, y marihuana por todas partes...

- ¿Qué quieres? -pregunto abriendo la puerta del cuarto-

No quise estar en esa fiesta, yo no estoy de acuerdo en que Alex se una a la pandilla.

- Lo siento, ¿estabas durmiendo? -dice Alex-

- No, no te preocupes. -digo- ¿Qué necesitas?

- Oh, nada. -dice mientras yo cierro la puerta tras de mí- Frankie quiere saber si estás bi.

- ¿Qué cojones le pasa a la tipa esa? -murmuro interrumpiéndole-

Por la ventana puedo ver a la perfección a una mujer sentada sobre las piernas de Oscar. Están tan juntos que, un poco más, y la cara de Spooky quedará entre sus pechos.

Lo peor es que él ni siquiera la aleja, más bien, la tiene agarrada por la cintura como si no la fuera a dejar ir.

- Gianella, no va.

Antes de que él pueda acabar la frase yo ya estoy saliendo por la puerta yendo hacia ellos.

Algunos Santos me quedan viendo al oír el portazo que dí y al ver mi cara tremenda de enojo.

- Esto se va a poner interesante -oigo que Sad Eyes dijo-

Spooky ni se da cuenta hasta que agarro a la tipa por el pelo y la tiro contra la hierba. 

Sí, ya sé que miles de veces dije que no soy celosa, pero no es la primera vez que Frankie hace esto a propósito, y me da rabia eso. Además esa tipa siempre hace lo mismo, parece que le gustan mis golpes.

Me le tiro encima y comienzo a darle golpes mientras le grito miles de cosas.

- ¿Aún no aprendiste que es mi novio y no el tuyo, maldita perra? -le grito-

Ella saca fuerzas y me deja debajo de su cuerpo, arañándome la cara con sus largas uñas llenas de brillos y cosas, como las que suelen usar las strippers.

- Él no te ama, estúpida. -dice- No te soporta, llorona. Cree que eres horrible porque él solo me quiere a mí, ¿comprendes? -grita- El solo está contigo por tu bebé. Seguro que ni es de él, zorra.

- ¿Zorra yo? -digo- Estás hablando un montón de mierda.

Le meto un golpe en la nariz con mi cabeza y la dejo de nuevo debajo de mí mientras le doy más golpes.

- Eres la cuero de todos estos, puta. -digo-

- Sí, y consigo lo que quiero. -dice-

- Arrastrada, tan solo mírate, perra. -le digo- 

- Cierra la puta boca, maldita puertorriqueña. -dice-

Ah no, mamita, esa sí que no te la paso.

- Y bien orgullosa de ser bori, zorra. -le grito-

Le meto un puñetazo en el ojo y en las costillas mientras con la otra mano la sujeto por el cuello.

Si no hubiese sido por Alex y otro más, ella hubiese salido de aquí igual que los Angele$ cuando se encuentran con un Santo por la calle.

- Estoy bien, suéltenme. -digo-

Me obedecen, cosa que aprovecho para darle una última patada en las costillas. Ellos me vuelven a agarrar mientras yo repito que era el último.

Me suelto y vuelvo a la casa arreglando mi cabello y mi ropa.

Lo peor de todo fue la sonrisa de Spooky, él quería que esto ocurriera.

Entro al baño para limpiar la sangre de mis manos, y cuando levanto mi mirada, logro ver, a través del espejo, a Frankie detrás de mí, apoyado en el marco de la puerta.

- Siempre me estás sorprendiendo, Giany.

- No juegues así conmigo, idiota. -digo dándole un cantazo-

- ¿Sabes que te ves muy caliente cuando te enojas? -dice atrapándome contra el lavamanos- Me pusiste a mil.

- ¿¡Qué te pasa, cabron!? -digo con ganas de golpearlo- ¡Tenías a esa puta encima de ti y ahora me estás diciendo que te pusiste caliente! ¿Qué sentirías si yo me sentara encima de cualquier hombre? -pregunto viendo su expresión volverse seria-

- Ni siquiera te atrevas a pensarlo. -gruñe dejándome encima del lavamanos y quedando entre mis piernas-

- Entonces no hagas eso. -digo- Deja de pensar con la de abajo y empieza a pensar con esta. -señalo su cabeza- Ya tienes una hija.

Rodeo su cuello con mis brazos y empiezo a repartir besos por toda su mandíbula.

- Sabes que te quiero muchísimo. -dice poniendo sus manos en mi cadera- A las dos, las amo.

- Yo también. -digo dejando besos por todo su rostro-

- ¿Sexo de reconciliación? -propone-

- ¿Qué tal... No? -digo apartándolo de mí seria-

- Oh, vamos. -dice- Bueno, en ese caso, ¿puedes hacerme algo de comer? Por favor, bebé.

- Ya te dije que no te iba a hacer caso si me rogabas por comida. -digo-

- Soy idiota, lo sé. -dice poniendo carita de cachorrito-

- Vamos. -digo-

Rápidamente me besa y nos salimos del baño. Le cocino algo de comer mientras él enciende un phillie y se lo fuma. Cuando termino, lo sirvo todo en un plato y me siento en su regazo.

- Como vuelva a ver a esa tipa por aquí, te voy a matar.

GIANELLA. // Darkiel. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora