First Side

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Dio unos cuantos toques en la puerta.

—¿Quién es a estas horas...? —Helena abrió, quedando pasmada con su repentina visita—. ¡Suzzi!

—Hola, hermanita —dijo con una mueca dulce.

—¡Pero Suzzi...! Pasa, pasa —tiró de su brazo y agarró una maleta que esperaba a los pies de la chica. Ambas se adentraron en la casa.

—¿Quién era, Helena? —un tipo de rasgos duros pero expresión somnolienta bajaba las escaleras del hogar.

—Es Suzzanne, Charlie. ¿Por qué no avisaste de que venías, mujer? —la hizo pasar a la sala de estar—. Creí que llegabas mañana.

—Perdona, es que se me ocurrió venir antes y... —tomó asiento en el sofá seguida de su hermana.

—Hola, Suzzanne —Charles se aproximó hasta allí entre bostezos.

—Hola, Charles. Siento haberos despertado.

—Nada, nada. No te preocupes. Pero me vuelvo a la cama, mañana tengo que madrugar para ir a la oficina. Buenas noches —él volvió a bostezar girándose a las escaleras. Ambas se despidieron de Charles.

—Creí que querías que fuera a buscarte yo mañana —Helena retuvo también un bostezo.

Suzzanne soltó una risilla e hizo el amago de hablar, pero sin quererlo cayó en el llanto una vez más.

Su hermana abrió los ojos como platos y le puso una mano en el hombro— Pero bueno, Suzzi. ¿Por qué estás llorando? ¿Te ha pasado algo?

—No es... nada —dijo ella intentando reír y enjugándose las lágrimas dificultosamente.

—¡Entonces no llorarías! —Helena la abrazó para consolarla, consiguiendo que llorara más y dejara de intentar ocultarlo—. ¿Qué ha ocurrido, Suzzi?

—No sé qué voy a hacer, Helena —respondió al fin la pelirroja refugiando el rostro entre sus manos—. He mentido a mis amigos y he huido como una cobarde.

—¿Que has huido de qué? —la rubia se puso en guardia cuando oyó aquello, temiéndose alguna problemática.

—He huido de mí misma. He huido... de la realidad —dijo con congoja Suzzanne, volviendo a fingir una risa doliente.

—No sé de qué estás hablando, pero... Tú tranquila. Ya estás en casa, ¿vale? —Helena meció a su hermana entre sus brazos.

—Y encima he dejado mi trabajo —concluyó la muchacha.

—¿Has dejado el trabajo? —la hermana se detuvo un segundo, recibiendo un asentimiento. Soltó una risotada—. ¡Bueno, bueno! Tu jefe era un capullo de todas formas, ¿no es cierto?

Consiguió que Suzzanne riera un poco por el comentario.

—¿Quieres hablar de ello? —preguntó al cabo de unos minutos cuando la chica parecía haberse calmado un poco.

—No..., pero no te preocupes —hizo el esfuerzo por sonreír a su hermana—. ¿Te importa si me quedo aquí hasta que ponga un poco en orden mi vida?

—Estás en tu casa, ya lo sabes —dijo convencida.

—¿A Charles tampoco le molestará?

—¡Claro que no! Ahí donde lo ves con esa cara de matón, es un pedazo de pan. Le encantará que estés con nosotros.

—Bueno... Intentaré no tardar demasiado.

—Venga, Suzzi, haz el favor. Que soy tu hermana, no una vecina —la sacudió por un hombro—. Duerme en el sofá esta noche y mañana por la mañana arreglaremos la habitación para ti, ¿de acuerdo?

—Gracias, Helena —Suzzanne cogió la mano de la rubia secándose el último surco de lágrimas que le quedaba con la otra mano.

—Ni se dan, tonta. Voy a por unas mantas.

Cuando acomodaron el sofá, Helena regresó a la cama y Suzzi se incorporó en él para descansar un poco.

—Suzzanne..., has metido la pata hasta el fondo —dijo en voz baja para sí misma—. Sin apenas ahorros, un coche viejo y en casa de tu hermana. ¿Por qué no podías esperar un poco?

Sacudió la cabeza y agarró uno de los cojines, apretándolo con fuerza. Recordaba cada cosa que había sucedido en los últimos días de una forma demasiado vívida, palpable para todos sus sentidos. No pudo prevenir las irremediables lágrimas por última vez antes de dormirse. Le quemaban demasiadas palabras en el fondo de su corazón. Palabras que debían ser dichas, y se dijeron.

KEEP YOURSELF ALIVE #3: Both Sides Now ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora