KEEP YOURSELF ALIVE #3: Both Sides Now ♕

The "Keep Yourself Alive" Side

—Me siento como una puñetera vaca —dijo Suzzanne, tumbada en el sofá con tres mantas y agarrándose el inmenso vientre.

—No digas esas cosas. Yo creo que estás preciosa —Collin le sonrió y se agachó para darle un beso.

—Tú siempre crees que estoy preciosa, no eres objetivo —rió un poco con resignación.

—Venga, ya casi no queda nada. ¿Verdad, Sammy? —se puso de rodillas en el suelo y pegó la oreja a la barriga de Suzzanne, como si fuera capaz de oír al bebé—. Dice que está casi listo, le queda ponerse la corbata.

—Así que voy a traer al mundo a un mini Collin —se burló ella poniendo la mano en la cabeza de su marido y acariciándole el corto pelo rubio.

—¿Te imaginas que fuera pelirrojo como tú? —se sentó en la alfombra y puso una mano sobre su panza.

—Y con tu cara. Nos saldría un actor de cine, ¿no crees? —pensó Suzzanne con diversión.

—O una estrella del rock —bromeó él con emoción.

—Bueno, sea como sea espero que salga pronto. Me duele la espalda horrores —se quejó ella resoplando.

—¿Quieres un masaje? —ofreció él.

—No, quiero un abrazo —dijo estirándose un poco y entrecerrando los ojos, como un gato de tripa inmensa.

Él se apresuró a acercarse y abrazarla con cariño, hasta que su pelo le hizo cosquillas en la nariz.

—¿Sabes qué, Collin? Eres el mejor —dijo ella de repente, cuando ya se habían separado un poco y podía mirarlo a los ojos.

—Ah, ¿sí? —se rió un poco—. No creo.

—¿Que no crees? Bueno, tienes que creértelo, eres mi confidente al que siempre le digo la verdad —Suzzanne le guiñó un ojo y se rió después.

—Tú sí que eres la mejor —dijo dándole un beso en la punta de la nariz—. Quiero que seas feliz, Suzzanne.

—Lo soy. Mucho. Contigo. Y con Sammy, que pronto se va a unir a la fiesta —se señaló el ombligo haciendo una mueca.

Collin sonrió enternecido y suspiró levemente— Me alegro tanto de haberte conocido.

—No te pongas sentimental, que entonces me pondré yo también y terminaremos los dos llorando como el otro día —dijo ella sacudiendo la cabeza y haciéndole reír—. Y yo de haberte conocido a ti, idiota pomposo.

—Mentirosa redomada —se la devolvió sacándole la lengua, recibiendo un ligero empujón de la embarazada—. ¿Tienes sed?

—Un poquito —dijo casi rozando las yemas de sus dedos índice y pulgar.

Él se levantó y fue hasta la cocina a buscarle algo para beber.

—Helena vendrá también luego. ¿Sabes a qué hora había dicho Ev que se pasaba? —preguntó Suzzanne desde allí.

—Me dijo que recogería a Sienna, Keith y al niño sobre las 12 y luego vendrían aquí, así que deben de estar al caer.

Ella hizo ademán de mirar qué hora era, pero una vez más se le había olvidado que su reloj estaba parado desde hacía años.

—Oh, no —Collin se paró en el umbral de la puerta, sujetando un gran vaso de agua—. Me había olvidado de que tenía que pasar hoy por el banco. Si no voy ahora no me dará tiempo a llegar.

—No te preocupes, ve. Si me pasa algo llamaré a la vecina de la casa de al lado —le tranquilizó ella, cogiendo el vaso de su mano cuando llegó hasta su lado—. Además, ya te digo, mi hermana y toda la pandilla llegarán de un momento a otro.