KEEP YOURSELF ALIVE #3: Both Sides Now ♕

Twenty-Second Side

—Sienna, ¿qué opinas de este? —Suzzanne sacó un vestido de la percha para enseñárselo a la morena.

—Es muy elegante —la morena se abanicaba con una mano desde el pequeño asiento que había atrapado hacía un rato—. Hace un calor horrible, detesto el verano... Por cierto, ¿qué crees que quiere decirte Collin?

—¿Por qué me iba a querer decir algo en particular? —soltó el traje encima de un par más junto a su amiga y siguió ojeando.

—Va a llevarte al mejor restaurante de Liverpool..., estás buscando un vestido nuevo para ponerte... Definitivamente tú también sospechas que va a decirte algo importante.

—No creas, a Collin le gustan este tipo de cosas —sonrió con tranquilidad mostrándole otra prenda—. Y a mí, supongo.

—Supones —chasqueó la lengua con molestia.

—Eh, ¿y qué me dices de ti y Henry? —Suzzanne hizo una mueca divertida.

—Oh, ya sabes —Sienna remoloneó con los dedos y pestañeó varias veces, para después dejar escapar un gritito ahogado—. ¡Creo que me lo va a pedir pronto!

—¿Pedirte qué? —preguntó la pelirroja con sarcasmo sacando la lengua.

—Me muerdo las uñas de la emoción, ya le vale. ¿Por qué no puede ser más arrojado y dejar que yo me relaje un poco?

—Es un tipo muy calmado.

—Y por eso me gusta tanto —Sienna juntó las manos en una pose dramática, haciendo reír a su amiga.

Suzzanne devolvió la vista al perchero y después a su reloj de muñeca— Mierda, ¡ya son las cuatro!

—¿No ibais a cenar? —cuestionó Sienna agarrando los vestidos de Suzzanne y acercándose.

—Sí, sí. Pero había quedado con Freddie a las cuatro —la pelirroja escogió uno de los trajes al azar y se encaminó a la caja para pagar. Sienna se quedó rezagada un momento enarcando ambas cejas.

—... ¿Cómo puñetas puedes mencionar a Freddie Mercury con tanto sosiego? —fue detrás de ella alzando los brazos y hablando en susurros alterados—. O sea, ¡es una maldita locura lo tuyo, Suzzi!

Suzzanne soltó una risotada irremediable frente a la cara de confusión de la dependienta, disculpándose después con ella— Me olvido de darle rimbombancia cuando lo digo, Sienna.

—Oye, ¿le podrías pedir que me presente a Bob Geldof? —la pelirroja dejó la mano suspendida en el aire con el billete para pagar, mirando con impresión a la morena—. ¿Qué?

—Se lo preguntaré, descuida —Suzzanne rió de nuevo y volvió a disculparse con la dependienta para salir de allí.

—De paso me lo presentas a él también, vaya. Cuando quiera.