Thirty-Eighth Side

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—Así que en Suiza —repitió Suzzi en voz alta para informar a Collin, que estaba sentado en el sillón leyendo el periódico del día. Él asintió sonriendo un poco.

Sí, esta noche tocamos en Basilea —Brian hablaba al otro lado del aparato—. El 2 y el 3 de junio tocamos en Liverpool, tenéis que venir.

—¡Claro! Iremos —ella asintió—. ¿Dónde te has dejado a la cuadrilla?

John, Freddie y Amanda han ido a hacer turismo, creo, y Roger está por ahí... buscando otro teléfono para hablar con Evelyne. Ah, mira, aquí viene.

—Hola, Roger —saludó la chica.

¡Eh, qué hay, Suzzi! —el rubio se hizo con el aparato, oyéndose quejas de Brian de fondo—. Estamos en Suiza, ¿sabes?

—Eso he oído —ella rió un poco.

¿Qué hora es allí?

—Sólo una menos que allí.

Increíble —murmuró asombrado, mientras Brian se mofaba un poco de su sorpresa.

—¿Cómo van los ensayos de Evelyne?

Ah, bien, bien. Se lo toma muy en serio y no hay quien la interrumpa. Casi me cuelga sin decirme adiós.

—¿Cuándo es la representación? Para ir a verla.

Me parece que en septiembre. Ya te lo dirá ella con más seguridad y os mandará entradas.

—Podríamos pagarlas por una vez, que no somos pobres.

Ya, eso díselo a ella —carraspeó un poco riendo.

—Bueno, Roger. Que vaya genial el concierto —empezó a despedirse, pero alguien volvió a arrebatar el teléfono en Suiza.

¡Suzz, no cuelgues todavía! —exclamó Freddie rápidamente—. Salúdame antes, querida.

—Hombre, ¡turista! —dijo ella entre risas—. ¿Qué tal Basilea?

Un primor, pero ya estoy cansándome de estar de gira otra vez con estos churumbeles —se burló con una risotada señorial—. John dice que hola. Y Amanda también. Y me dice que te diga que la próxima vez os vengáis, ese inglesito rubio y tú, con nosotros. No, Roger, no hablo de ti, tú eres la rubia.

—Diles hola de mi parte también, ¡y ya veremos si eso pasa alguna vez! —ella negó con la cabeza, escuchando la discusión que había comenzado al otro lado de la línea.

Me dicen que he llegado tarde y tenemos que darnos prisa para preparar el concierto —dijo Freddie con cómica indignación.

—Romped ese escenario —animó la chica.

Siempre lo hacemos, descuida —dijo con rimbombancia—. Adiós, cariño. ¡Saluda al inglesito!

Colgó y chasqueó la lengua riendo un poco.

—Dicen que salude al inglesito de su parte —Suzzanne se acercó bromista a Collin y le dio un beso en la frente.

—Lo he oído —hizo una mueca de diversión—. Así que ahora soy el inglesito.

—Eso me temo —ella le tiró de la nariz.





[...]


KEEP YOURSELF ALIVE #3: Both Sides Now ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora