Eighteenth Side

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—El teléfono estuvo sonando anoche —Collin se colocaba la corbata frente al espejo del dormitorio.

—Ah, ¿sí? —Suzzanne salió del baño acicalándose el pelo con las manos—. Ni idea, cuando duermo ya puede haber un terremoto que no me voy a enterar.

—Sabes que probablemente era Freddie —dijo él con calma, sin apartar la mirada del nudo que se le complicaba. La chica se quedó parada en mitad de la habitación sin expresión en la cara.

—A lo mejor se equivocaron —concluyó saliendo en dirección a la cocina.

—A lo mejor —repitió Collin encogiéndose de hombros.

Suzzanne estiró un poco los brazos y comenzó a preparar un té para los dos, pero fue interrumpida por el mencionado teléfono tronando en la sala contigua.

—A lo mejor se han equivocado otra vez —bromeó el muchacho en la distancia, recibiendo un bufido por respuesta.

La joven descolgó con una mueca hastiada— ¿Quién es?

¿Quién va a ser?

—Hola, Patrick —saludó la chica con falsa alegría.

... ¿Quién puñetas es Patrick, Suzz?

—Dime —se sentó junto al aparato esperando la razón de su llamada.

Necesito tu ayuda, querida —empezó él con tono armónico—. Roger está diciendo cosas absurdas otra vez y necesito tu apoyo.

—No necesitas mi ayuda para eso, creía que ya tenías superado a Roger —dijo Suzzi muy seca.

¡A ti te escucha! Un poco.

—Freddie, llevas toda la semana igual. ¿No se supone que estáis en una especie de aislamiento para poder trabajar en el álbum?

Ya terminamos de grabar el álbum, esto es otro problema. Pero tú no formas parte del aislamiento, Suzz —dijo como si fuera algo evidente—. Vístete y sal de casa de una vez, ¡rápido!

—Pero tengo muchas cosas que...

¡No tardes!

Freddie colgó antes de recibir ninguna excusa, como solía hacer cada vez que llamaba. En ese momento llegó Collin, que por fin había terminado con la corbata. Encontró a Suzzanne apretando el auricular del teléfono.

—¿Se habían equivocado? —preguntó con una mueca, intentando no reír.

—Me gustaría saber por qué pareces divertirte con esto —la chica se rascó la nariz y resopló.

—En realidad me muero de celos, pero no me quiero imaginar lo molesto y desagradable que resultaría si lo manifestara.

—¿Qué hago? —preguntó ella con desaliento.

—Si no quieres ir: no vayas —resolvió Collin con facilidad. La miró unos segundos con escrutinio—. Pero quieres ir.

Suzzanne gruñó y apretó los dientes. Llevó la vista hasta la ventana junto a la entrada de la casa. Agudizó los ojos y se encaminó hasta la puerta con paso firme. Collin, curioso por su actitud, la siguió. La chica abrió la puerta de un tirón y reprimió otro gruñido al ver lo que estaba ante ella.

—Eso ha sido rápido —dijo el muchacho detrás de ella cuando vio el coche de Freddie estacionado.

—Tiene un maldito teléfono en el coche —meditó en voz alta Suzzanne, mientras la ventanilla del asiento de atrás se bajaba.

KEEP YOURSELF ALIVE #3: Both Sides Now ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora